Fotografía de los restos del avión. (Foto: EFE)
Toda esa operación, que se prevé dure entre cuatro u ocho días, según diferentes fuentes, depende de que los 16 militares que llegaron hasta el lugar del accidente puedan despejar zonas de selva para utilizarlas como improvisados helipuertos. El avión, con 149 pasajeros y seis tripulantes a bordo, perdió el viernes contacto con los controladores aéreos hacia las 17.00 hora local (20.00 GMT), cuando cubría una ruta entre Manaos y Río de Janeiro, con escala en Brasilia. Lo que quedó del Boeing 737-800 de Gol fue avistado el sábado esparcido en una zona remota y de difícil acceso, a 200 kilómetros al sudeste del municipio Peixoto de Azevedo, en el estado de Mato Grosso (centro-oeste).
En cuanto a las causas del accidente, Zuanazzi dijo que aún no es posible confirmar si fue un choque entre el Boeing y un avión ejecutivo Legacy que volaba rumbo a Estados Unidos. "La posibilidad de un choque es bastante grande", afirmó, aunque aclaró que la causa tan sólo podrá ser aclarada con el análisis de las cajas negras de ambos aviones. La del Legacy ya fue enviada a un centro tecnológico en la ciudad de Campinas para su análisis, en tanto que la del Boeing aún no ha sido hallada, manifestó el presidente de la Agencia Nacional de Aviación Civil.
Familiares de las víctimas han divulgado una carta en la que exigen a las autoridades "una posición más clara e inmediata de la situación real del accidente" y piden una audiencia con el ministro de Defensa, Waldir Pires, cuya cartera tiene jurisdicción sobre la política aérea.
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