El presidente de Brasil, Lula da Silva, y su adversario socialdemócrata, Geraldo Alckmin, cruzaron acusaciones, datos económicos e ironías, durante el debate que protagonizan esta noche en un canal de televisión de San Pablo, con vista a la segunda vuelta electoral del 29 de octubre.Alckmin atacó con la primera pregunta del moderador cuando le tocó responder sobre cómo recortaría los gastos públicos, y en la respuesta, se desvió para atacar la corrupción. "¿De dónde vino el dinero?, responda'', atacó Alckmin. "Yo no soy policía, soy presidente'', replicó Lula, que en el primer bloque pareció un poco perdido y olvidó saludar a la audiencia. Luego, afirmó: "Yo salvé a un país quebrado".Ambos llegaron con puntualidad y un poco nerviosos a los estudios de la red nacional de televisión Bandeirantes, donde se vieron cara a cara por primera vez en un debate. El ambiente parecía tan tenso que incluso los dos aspirantes se saltaron el tradicional saludo de estrecharse las manos. De pie, sólo estuvieron separados por el podio del moderador: Lula a la derecha y Alckmin a la izquierda. Lula, más rápido para improvisar y recuperado del impacto de las primeras preguntas, miraba de frente a su rival y llamaba a Alckmin "gobernador'', por su cargo hasta marzo pasado en el gobierno del estado de San Pablo, mientras Alckmin, sin dejar de mirar a las cámaras, reclamó sin cesar un respuesta del "candidato Lula" sobre la cadena de casos de corrupción que han involucrado a varios de sus colaboradores y cientos de millones de dólares. La temperatura subió cuando Alckmin recordó a Lula que al menos tres de sus ex ministros son investigados judicialmente y le preguntó: "¿Usted estaría dispuesto a levantar la reserva (bancaria) de las tarjetas de crédito corporativas de la presidencia"? Lula saltó de inmediato y con voz serena pero contundente le respondió que ese sistema de gastos fue "la única cosa buena que creó el gobierno de Fernando Henrique Cardoso'' predecesor de Lula en la presidencia y fundador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de Alckmin. El socialdemócrata parecía no querer darle respiro a Lula y hasta le criticó que leía las preguntas. En cambio, el presidente, de buen humor, le arrancó una sonrisa a su rival al afirmar que "si eso es problema para usted, no las leo''. Pero tampoco le dio descanso e insistió en que Alckmin aclarara por qué en su gobierno estatal no se permitió la creación de al menos medio centenar de comisiones parlamentarias de investigaciones de denuncias de corrupción. Tras casi una hora de recriminarse mutuamente casos de corrupción, ambos bajaron el tono un poco para exponer algunas cifras sobre lo que han hecho cada uno, a nivel federal y en el estado de San Pablo.
Fuente: Diario El Clarín de Buenos Aires
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