Los diplomáticos de los países que participan en XVI Cumbre Iberoamericana realizan esfuerzos para lograr una declaración final que contemple los intereses y reclamos en el tratamiento del fenómeno de la inmigración.
La Cumbre que hoy comienza e involucra a América Latina, España, Portugal y el Principado de Andorra, tiene como objetivo central analizar el fenómeno de las migraciones internacionales y sus repercusiones políticas, sociales y económicas. Se trata de un aspecto que involucra directamente al continente latinoamericano y España, el primero por haber sufrido en los últimos años el éxodo de miles de personas, y la segunda por haberse constituido en una de las principales receptoras de extranjeros como país y como puerta de entrada a Europa.
La discusión del tema llega en un momento especial para Uruguay que hace pocas semanas recibió un revés en España a través de un fallo del Tribunal Supremo de Justicia que desconoce la vigencia del Tratado sobre inmigración firmado en 1870, con lo cual destierra la posibilidad de otorgar un trato preferencial a los inmigrantes uruguayos.
Ayer el canciller Reinaldo Gargano señaló que los 22 países miembros de la Comunidad están trabajando en la redacción de un compromiso de la Cumbre Iberoamericana sobre Migraciones y de alcanzar un consenso se llegaría a un entendimiento en la materia
No obstante, resulta difícil alcanzar una redacción con alcances ambiciosos ya que las posiciones de los países latinoamericanos no resultan compatibles, fundamentalmente, con las de España que tras disponer en 2005 un proceso extraordinario de regularización, que benefició a 600.000 extranjeros, ahora se muestra decidida a aplicar la Ley de Extranjería aprobada por la Comunidad Europea.
Recientemente, un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) determinó que el número de emigrantes latinoamericanos se incrementó en los últimos años: de 21 millones en 2000, pasaron a 25 millones en 2005.
La gran mayoría elige como destinos Estados Unidos y España, mientras que unos tres millones migran dentro de la región, principalmente a Argentina, Costa Rica y Venezuela.
También estará sobre la mesa por parte del presidente mexicano, Vicente Fox, la construcción de un muro de 1.100 kilómetros ordenada por el gobierno de Estados Unidos para impedir el ingreso de ciudadanos mexicanos a su país para sumarse a los once millones que hoy allí residen en forma ilegal. Es muy probable que el tema del muro, que recientemente fue analizado y repudiado por la Organización de Estados Americanos, quede reflejado en la declaración final que los mandatarios signarán el domingo. Gargano consideró que la medida “es un desastre" y que solo servirá para separar a la gente, así como también renegó del tratamiento que se practica contra los inmigrantes por parte de los países receptores que en muchos casos son calificados como delincuentes.
La Cumbre que hoy comienza e involucra a América Latina, España, Portugal y el Principado de Andorra, tiene como objetivo central analizar el fenómeno de las migraciones internacionales y sus repercusiones políticas, sociales y económicas. Se trata de un aspecto que involucra directamente al continente latinoamericano y España, el primero por haber sufrido en los últimos años el éxodo de miles de personas, y la segunda por haberse constituido en una de las principales receptoras de extranjeros como país y como puerta de entrada a Europa.
La discusión del tema llega en un momento especial para Uruguay que hace pocas semanas recibió un revés en España a través de un fallo del Tribunal Supremo de Justicia que desconoce la vigencia del Tratado sobre inmigración firmado en 1870, con lo cual destierra la posibilidad de otorgar un trato preferencial a los inmigrantes uruguayos.
Ayer el canciller Reinaldo Gargano señaló que los 22 países miembros de la Comunidad están trabajando en la redacción de un compromiso de la Cumbre Iberoamericana sobre Migraciones y de alcanzar un consenso se llegaría a un entendimiento en la materia
No obstante, resulta difícil alcanzar una redacción con alcances ambiciosos ya que las posiciones de los países latinoamericanos no resultan compatibles, fundamentalmente, con las de España que tras disponer en 2005 un proceso extraordinario de regularización, que benefició a 600.000 extranjeros, ahora se muestra decidida a aplicar la Ley de Extranjería aprobada por la Comunidad Europea.
Recientemente, un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) determinó que el número de emigrantes latinoamericanos se incrementó en los últimos años: de 21 millones en 2000, pasaron a 25 millones en 2005.
La gran mayoría elige como destinos Estados Unidos y España, mientras que unos tres millones migran dentro de la región, principalmente a Argentina, Costa Rica y Venezuela.
También estará sobre la mesa por parte del presidente mexicano, Vicente Fox, la construcción de un muro de 1.100 kilómetros ordenada por el gobierno de Estados Unidos para impedir el ingreso de ciudadanos mexicanos a su país para sumarse a los once millones que hoy allí residen en forma ilegal. Es muy probable que el tema del muro, que recientemente fue analizado y repudiado por la Organización de Estados Americanos, quede reflejado en la declaración final que los mandatarios signarán el domingo. Gargano consideró que la medida “es un desastre" y que solo servirá para separar a la gente, así como también renegó del tratamiento que se practica contra los inmigrantes por parte de los países receptores que en muchos casos son calificados como delincuentes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario