martes, noviembre 28, 2006

La OMS predice la globalización del patrón occidental de mortalidad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) revisa hoy por primera vez en 10 años sus proyecciones sobre la mortalidad en el planeta, una útil herramienta de planificación sanitaria. De aquí a 2030 la vida aumentará en todo el mundo, y las causas de muerte se desplazarán de las enfermedades infecciosas a las cardiovasculares, el cáncer y los accidentes de tráfico. La excepción es el sida, que seguirá subiendo, pero aun así morirá menos gente en 2015 por su causa que por el tabaco. El cuadro se resume como una globalización del patrón occidental de mortalidad. Los gestores de la política sanitaria y económica no sólo necesitan saber de qué se muere la gente en su país, o en su región del mundo, sino también -o sobre todo- de qué se va a morir en las siguientes décadas. Un cambio de unos años en la esperanza de vida media de la población, o una disminución de la mortalidad por infecciones infantiles, tienen efectos drásticos sobre la planificación económica.

El primer análisis de esta cuestión en todo el planeta, encargado por el Banco Mundial en 1990, fue el estudio Global Burden of Disease (Carga mundial de la enfermedad), publicado en 1996 por expertos de la OMS y la Universidad de Harvard, y utilizado desde entonces para orientar numerosas políticas sanitarias nacionales e internacionales. Sus proyecciones (hasta 2020) se han quedado obsoletas. El nuevo estudio se publica hoy en PLoS Medicine, y es de libre acceso ( http://dx.doi.org/10.1371/journal.pmed.0030442).

Los epidemiólogos de la OMS utilizan tres posibles futuros socioeconómicos: pesimista, neutro y optimista. Pero hay varias predicciones que son las mismas en cualquiera de los tres: la esperanza de vida subirá en todo el mundo, y se observará un desplazamiento drástico en la edad de la mortalidad (véase gráfico): se reducirán las muertes en niños menores de cinco años, debidas generalmente a infecciones, y aumentarán en correspondencia las de la edad avanzada.
Mejora
Más en general, los expertos predicen una reducción en las muertes por "enfermedades comunicables" (es decir, por enfermedades infecciosas) y por causas "maternales, perinatales y nutricionales" (muertes de las madres en el parto, de los bebés poco después, y de los niños por desnutrición), y un aumento correspondiente de la mortalidad por "enfermedades no comunicables": cáncer, cardiovasculares y muertes violentas, principalmente. Una de las previsiones más contrarias a la intuición es que los mayores aumentos de esperanza de vida se darán en el África subsahariana. Pero la esperanza promedio es ahora tan baja en esos países que, incluso tras ese incremento, seguirá sin superar los 55 años. En casi todo el resto del mundo, no sólo las mujeres viven más que los hombres sino que su incremento de esperanza de vida también será mayor que el de ellos de aquí a 2030. La vela de oro se la llevan las japonesas, con 89,2 años de promedio en el escenario optimista.

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