miércoles, diciembre 06, 2006

El 'secreto' mejor guardado de Cuba

La publicación, ayer, por el diario Granma de un breve mensaje de felicitación de Fidel Castro al presidente venezolano, Hugo Chávez, por su triunfo electoral, no sirvió para disipar la incertidumbre. Su ausencia en el desfile del 2 de diciembre ha desatado en Cuba una ola de especulaciones e interrogantes, y la principal es, sin duda, cuánto de vida le queda al comandante. Una mayoría holgada se inclina por plazos breves: meses; los menos aseguran que podría durar un año o más. Detrás de estas inquietudes se esconden otras más profundas. ¿Qué importancia tiene para el futuro de Cuba un desenlace rápido? ¿Y si Castro vive algunos años, aunque sea alejado de las tareas de gobierno, que pasará?
En vísperas de la parada militar, una de las personalidades extranjeras invitadas a los actos de homenaje por los 80 años de Castro relativizaba así el valor de su posible reaparición en la plaza de la Revolución: "Si aparece, no significa que esté bien. Y si no asiste, tampoco implica que vaya a fallecer mañana". Para este intelectual, la ecuación manejada obsesivamente en los últimos días -"Castro preside el desfile: se recupera; no asiste: está en las últimas"- tiene los pies de barro, pues hay que partir del hecho de que el estado real de la salud de Fidel Castro es un absoluto misterio.

Efectivamente, desde que el pasado 31 de julio Fidel Castro anunció que había sido sometido a una delicada operación quirúrgica y que delegaba todos los poderes, sólo Raúl Castro y un círculo muy reducido de familiares, colaboradores y médicos del comandante conocen cuál es la dimensión verdadera de su mal y sus posibilidades de rehabilitación. Pero sobre este "secreto de Estado", decretado por el propio Castro tras la operación, no ha habido la más mínima fuga o filtración.
No hay partes médicos, y los dirigentes cubanos y amigos extranjeros que manejan la información y han hablado en estos cuatro meses de su "favorable evolución", no han aportado datos corroborables. Tampoco quienes aseguran tener informes de que padece una enfermedad terminal -sobre todo, funcionarios del Gobierno norteamericano- han puesto sobre la mesa una sola prueba de peso.
En la isla, en ciertos medios diplomáticos se maneja la hipótesis de un cáncer de colon con metástasis, pero controlado médicamente, lo que le daría al mandatario un margen de un año o poco más, aunque sin ninguna posibilidad de regreso. Por supuesto, no hay fuente alguna que se pueda citar.
Continue leyendo el artículo del diario El País de España

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA