La administración del presidente Evo Morales se puso ayer como objetivos para este año la recuperación del 50% más 1 de las acciones de las capitalizadas, la reactivación de la actividad productiva para generar más fuentes de empleo, el incremento de los ingresos para el Estado boliviano —a través de la minería— y la construcción de carreteras para vincular al país con la región.
Al hacer un balance de su primer año de gestión al frente del Gobierno, el Jefe de Estado destacó ante el Congreso de la República el buen momento por el que pasa la economía boliviana y las tareas pendientes para el 2007. Citó, por ejemplo, el reinicio de las negociaciones con las empresas capitalizadas para alcanzar el 50% más 1 de las acciones, lo que le permitirá al Estado boliviano tener el control de las petroleras Chaco, Andina y Transredes. En el caso de esta última, el Presidente dijo que ya existen algunos acercamientos con los ejecutivos de la petrolera anglo holandesa Shell y de la británica Ashmore.
Shell y Ashmore controlan a partes iguales el 50% de la transportadora de hidrocarburos, de la que el Estado boliviano posee el 33,57% e inversores menores el restante 16,43%. En el caso de las petroleras Chaco y Andina, Morales señaló que el Estado debe negociar la compra del 2% de las acciones de ambas compañías para llegar al 50% más 1. Dijo que otro de los retos para este año será el “crecimiento de la microeconomía”. “La microempresa recibirá el apoyo mediante el Banco de Desarrollo Productivo (Bandepro)”, dijo Morales. Para ello, añadió, se cuenta con un fondo de $us 60 millones que serán canalizados directamente a los artesanos y a la pequeña empresa.
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