La crisis que derivó en violentos enfrentamientos que dejaron dos muertos y más de un centenar de heridos, entre seguidores y opositores del presidente Evo Morales amenaza con activarse en esta ciudad por falta de acuerdos entre partes. Ya que este fin de semana, pese a la tregua, campesinos y cocaleros oficialistas provistos de palos mantuvieron el cerco al edificio prefectural para evitar que el prefecto Manfred Reyes Villa, de quien piden su renuncia, asuma su despacho.
En dos grupos, que sumaron unos 8 mil manifestantes, los cocaleros salieron desde su sede en la ciudad y se dirigieron a la plaza 14 de Septiembre, frente a un centenar de policías y soldados del Ejército que custodian el edificio de la Prefectura. Ante el primer grupo, de un millar de personas, los agentes del orden pretendieron que los agricultores cedieran el paso de vehículos, pero fue vano su intento de persuasión cuando llegó el segundo bloque, más numeroso, que copó tanto la plaza como las esquinas aledañas. Entretanto, el prefecto Manfred Reyes Villa se encontraba ayer en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde buscó refugio tras enfrentamientos del jueves entre campesinos y jóvenes de clase media. “No volveré a Cochabamba mientras los cocaleros no abandonen la ciudad y retornen a sus comunidades”, declaró el sábado. Pero el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aseguró que el Prefecto debe retornar a su ciudad para buscar una salida a la crisis.
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