En una ceremonia cargada de simbolismo, retórica izquierdista y rezos católicos, el presidente electo, Rafael Correa, recibió ayer el bastón de mando de manos de Rodrigo Gualotuña, presidente de la Junta Parroquial de Santa Cruz de Zumbahua. Con ese acto, Correa se dio por posesionado como nuevo Mandatario de los ecuatorianos en medio de unos 2 000 indígenas que abarrotaron la plaza Rumiñahui de esta parroquia rural de Cotopaxi. El primero en recibir los saludos de la gente fue Correa. Ataviado con una camisa con bordados con reminiscencia indígena, el Presidente fue sometido a una purificación con ruda, malva blanca y tzímbalos por cinco yachacs. Una vez que concluyó esta ceremonia, arribaron Morales y Chávez, justo cuando iba a comenzar la misa católica que tuvo una fuerte influencia andina con cantos y plegarias casi todos en quichua. Luego de la ceremonia los presidentes recibieron tres ponchos comor regalo de las autoridades de la provincia. A Correa también le dieron un sombrero campesino para que “proteja la sabiduría” que lo acompaña.
Correa, Chávez y Morales aseguraron que América Latina empieza a liberarse, a caminar hacia el socialismo, y pidieron la participación del pueblo en los procesos de cambio para acabar con el neoliberalismo. Morales arrancó aplausos del público al mencionar la “lucha antiimperialista y antineoliberal del pueblo cubano y de su comandante, Fidel Castro”, a la que dijo se han unido Chávez, él y ahora Correa. Apelando a su identidad andina, agradeció a los “hermanos” de la Conaie y demás organizaciones indígenas que lo habían acogido en varias ocasiones en Ecuador. En el plano político, habló de los beneficios que ha obtenido su país con la nacionalización del gas y los hidrocarburos. Dijo que por primera vez desde 1970 Bolivia disfrutó de un superávit en el 2006. Chávez reseñó cómo había conocido a ese “muchachito” que ahora era Presidente del Ecuador. Sucedió en una “cumbre presidencial que se efectuó en Paraguay”. Chávez comentó que previo a esa reunión de mandatarios había tenido una de las “tantas decepciones que se dan en el continente”, haciendo alusión al mandatario ecuatoriano de ese entonces, Lucio Gutiérrez. Colmando de halagos a Correa, Chávez informó que se quedará en el país hasta el martes, ya que firmará con Correa acuerdos como la adhesión de Ecuador al ALBA (Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe). Aseguró que en el ALBA se levanta “la verdadera integración de los pueblos” tras señalar que Latinoamérica es “una sola nación”. En su discurso, Correa destacó que en América Latina hay un “cambio de época”, al asegurar que “el servilismo y entreguismo”, representados, según él, por el neoliberalismo, “están siendo tirados por los pueblos de América Latina a donde siempre debieron estar: al basurero de la historia”. “La noche neoliberal está llegando a su fin. América Latina ha despertado”, señaló Correa al subrayar que pretende en Ecuador “una verdadera revolución democrática y constitucional, no medias tintas, sino un cambio radical, profundo y rápido”.Luego promocionó su proyecto de asamblea constituyente y afirmó que la aceptación de Sociedad Patriótica a la consulta fue porque “se les caían los pantalones”, por miedo al pueblo.
Rafael Correa celebró junto a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez y de Bolivia, Evo Morales.
Foto y Fuente: Diario EL COMERCIO de Ecuador
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