El Departamento de Justicia de EEUU ha anunciado que la Casa Blanca retirará el programa de seguridad que permite llevar a cabo escuchas telefónicas sin autorización judicial, un sistema instaurado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. A partir de ahora, será necesaria la aprobación de un juez para llevar a cabo escuchas dentro de dicho programa. "El presidente ha decidido no volver a autorizar el Programa de Vigilancia Terrorista —TSP, en inglés— cuando expire el actual permiso", ha anunciado el secretario de Justicia Alberto Gonzales en una carta dirigida al Comité Judicial del Senado.
"Cualquier vigilancia electrónica que se realice como parte del TSP se llevará a cabo ahora bajo la aprobación del Tribunal de Vigilancia de la Inteligencia Internacional", señaló Gonzales en la carta, dirigida a los senadores Patrick Leahy (demócrata) y Arlen Specter (republicano). El cambio de supervisión para las escuchas telefónicas significa que cualquier tipo de espionaje interno que lleve a cabo el Gobierno federal deberá contar con una aprobación judicial. Hasta ahora, el programa de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) permitía realizar ese espionaje sin orden judicial, lo que llevó a legisladores y grupos de defensa de las libertades civiles a cuestionar su legitimidad.
Este programa fue desvelado a finales de 2005 por 'The New York Times', y más tarde la Casa Blanca confirmó que se había comenzado a intervenir comunicaciones telefónicas y electrónicas sin autorización judicial en investigaciones sobre terrorismo, lo que supuso numerosas protestas.
Legalidad cuestionable
Además, en agosto del año pasado, un juez federal de Detroit (Michigan) declaró que era inconstitucional, puesto que violaba el derecho a la privacidad, la libertad de expresión y la separación de los poderes del estado. Sin embargo, según la Casa Blanca, la ley no exigía la aprobación judicial que, según insistía, era un obstáculo en la lucha contra los terroristas. Al defender el espionaje, Bush dijo en 2002 que su existencia "se ajusta plenamente a mis responsabilidades y facultades constitucionales". La decisión de retirar el programa de escuchas telefónicas fue inmediatamente aplaudida por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi. "El hecho de que el presidente ya no volverá a autorizar la vigilancia intrusiva y unilateral de las personas en Estados Unidos es una buena noticia", dijo Pelosi en una declaración. Según Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial del Senado, nunca estuvo en tela de juicio la necesidad de vigilar a presuntos terroristas, "sino hacerlo de manera legal y con los debidos resguardos para impedir abusos". "Contar con una revisión eficiente y sustancial por parte de las cortes es un avance en los esfuerzos por atender esas preocupaciones", señaló el legislador.
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