El presidente George W. Bush ofrecerá esta noche su penúltimo discurso anual sobre el estado de la Unión, en el momento más bajo de su presidencia y con la opinión pública mayoritariamente en contra de sus políticas y, en concreto, sobre el desarrollo de la guerra en Irak. El creciente rechazo a su política sobre Irak, simbolizada en la renuencia de legisladores de su propio partido a apoyar su plan de incrementar las tropas estadounidenses en ese país y al menos tres propuestas demócratas de resoluciones legislativas para reprobarlo.
Bush presentará un mensaje, equivalente aquí al informe presidencial, que hará énfasis en temas como la seguridad energética, la guerra contra el terror y la marcha de la intervención militar en Irak que ocupan ahora el interés de los estadounidenses, pero también abordará cuestiones como migración que están en el centro de un debate nacional. El reporte "no será una lista de lavandería" sino que se enfocará sobre unos cuantos temas, comentó la Casa Blanca. Pero de acuerdo con encuestas de opinión, en este momento la impopularidad de Bush podría ser la más alta para un presidente en vísperas de su "mensaje" desde que Richard Nixon ofreció su sexto y a la postre último discurso en 1974, año en que renunció en medio del escándalo de Watergate.
El eje del descontento es la intervención en Irak y la propuesta para enviar 21 mil 500 hombres más en lo que muchos ven aquí como un "último intento" de controlar la situación en Irak antes de comenzar una salida. Bush presentó su plan el 10 de enero en un discurso a la nación que pareció fracasar en el intento de convencer a una opinión pública sometida a una constante dieta de malas noticias desde ese país. Más de 3 mil soldados estadounidenses han muerto durante la intervención, en lo que se describió como una marea "inexorable" de malas noticias "que dejaron al presidente en una posición menos que estelar ante muchos republicanos" en el Congreso. El senador republicano John Warner, que hasta el año pasado fue presidente del Comité de las Fuerzas Armadas, anunció el lunes que participa en una resolución contra el envío de más tropas estadounidenses a Irak que pide a la Casa Blanca que se analicen otras alternativas. El descontento de los republicanos se origina también en su derrota electoral en las elecciones legislativas del pasado noviembre, cuando perdieron la mayoría en las dos cámaras del Congreso.
Pero de acuerdo con una encuesta de la cadena CNN, 34% de los estadounidenses aprueba el trabajo de Bush pero 63% lo desaprueba; una muestra del diario The Washington Post y la cadena ABC afirmó por su parte que 71% de los estadounidenses considera que el país está "fuera de rumbo", y 60% confía más en la mayoría demócrata para resolver esa situación.
El índice de desaprobación se refleja en el cada vez menor respaldo legislativo, en lo que el analista Charles Cook consideró como "un raro caso" de "abandono de su propio partido". "El desmayo sobre la impopular guerra lo arrastra en todos los terrenos, de sus niveles (de popularidad) personales a su posición de cara a los resurgentes demócratas... es un notable desplome para un presidente que, poco después del 11 de septiembre de 2001, vio su nivel de aprobación elevarse a lo más alto de cualquier encuesta presidencial desde 1938", señaló por su parte Gary Langer, analista de la cadena ABC.
Fuente: Diario El Universal de México
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