Violencia y corrupción retan a Lula

El deterioro de la situación de la seguridad en las ciudades brasileñas y la corrupción política pueden ser el gran talón de Aquiles del segundo mandato de Lula. Esto por los ataques y la ola de atentados de bandas de narcotraficantes en Río de Janeiro la semana pasada cuando murieron 19 personas. Más la explosión de un almacén de armas y municiones de la policía en la ciudad de Sao Paulo. La explosión mató a un agente y dejó cinco heridos de gravedad.

"El comando de la policía militar descarta totalmente esa cuestión" de un posible atentado, dijo Joviano Conceicao Lima, coronel de la policía carioca. "Esta unidad es una de las unidades más grandes... es muy técnica. Es prácticamente imposible que sucediera...ese atentado a las 9 horas de la mañana, es imposible".

Esas andanadas de criminalidad se vieron mezcladas con sucesivos escándalos en los que miembros del Partido de los Trabajadores --algunos de ellos cercanos colaboradores de Lula– fueron denunciados por irregularidades como usar dinero de oscura procedencia en intentos de sobornar a aliados políticos en el congreso o por usar el poder político para ocultar fiestas con prostitutas en lujosas mansiones del sur de Brasilia o violar la reserva bancaria de testigos en investigaciones.

Los desafíos

"Los desafíos se concentran en la necesidad de producir y distribuir riqueza de forma consistente, además de combatir el crimen organizado", indicó por su parte Eliane Cantanhede en su columna de las páginas editoriales el martes del diario Folha de S. Paulo. "Crecer y estancar la guerra urbana son dos desafíos de vida o de muerte", añadió. Lula da Silva, de 61 años, juró el lunes en el congreso para una segunda presidencia de cuatro años en la que prometió un gobierno "popular", mantener la disciplina fiscal de las cuentas públicas y dedicarse especialmente a los más pobres.

Claves

ATAQUES. Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, y Río de Janeiro fueron estremecidas en 2006 por olas de ataques de bandas criminales, pero generalmente esos atentados -contra estaciones policiales y quema de buses- ocurren por la noche y la madrugada.

VIOLENCIA. La violencia en Río recordó la cadena de atentados ocurrida en Sao Paulo en mayo del 2006, cuando en una semana ataques provocaron la muerte de 200 personas.