La situación jurídica y política que vive el país está provocando una inestabilidad que se genera por los enfrentamientos entre los principales poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial. Cada poder defiende su independencia, autonomía, institucionalidad y no permitir la injerencia de otros organismos en sus decisiones. Sin embargo, ahora están involucrados en el conflicto el Tribunal Supremo Electoral (TSE)y el Tribunal Constitucional (TC).
Al respecto, varios juristas y constitucionalistas advierten los peligros que estos problemas representan para el país. Incluso, el constitucionalista Antonio Rodríguez señaló que en el Ecuador la Constitución y las leyes ya no tiene ningún valor y el país está sometido a la ley del más fuerte.
Prevalecen intereses:
El magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Gastón Alarcón sostuvo que los intereses políticos, personales e históricos alcanzan las decisiones del Congreso, del TC, del presidente Rafael Correa, la Consulta Popular y el TSE. “Estamos viviendo en un estado de caos”, aseguró Alarcón, donde los poderes luchan por territorio e intereses propios. El magistrado manifestó que la coyuntura actual le recuerda la época de la naciente república. Al principio la inestabilidad política resquebrajaba incluso la unidad nacional.
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