El gobierno de Néstor Kirchner confirmó en forma extraoficial que el presidente de Bolivia, Evo Morales, llegará mañana temprano a Buenos Aires, procedente de Japón, para participar del "acto anti-Bush" que ese día se hará junto a su par de Venezuela, Hugo Chávez, que pronunciará ,en el estadio de Ferro Carril Oeste, un duro discurso contra el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Chávez llegará hoy, a las 20, a la Argentina y se alojará en el hotel Sheraton, en esta capital, pero no tendría agenda oficial hasta mañana. También se mencionó la llegada del presidente de Ecuador, Rafael Correa, aunque anoche no estaba confirmado. Kirchner recibirá mañana a Chávez en la residencia de Olivos, donde almorzarán y firmarán convenios bilaterales sobre energía e hidrocarburos entre las empresas estatales Pdvsa, de Venezuela, y Enarsa, de la Argentina. Los organizadores del acto revelaron ayer a LA NACION que Evo Morales podría arribar mañana por la mañana desde Japón, sobre lo cual existían dudas hasta ayer. Su regreso estaba previsto para el sábado.
Por otra parte, Chávez partirá pasado mañana hacia Bolivia. El objetivo de la visita, acordado con Kirchner durante la última reunión bilateral en Puerto Ordaz, en Venezuela, es que Chávez hable en Ferro, ante 40.000 personas, para expresar el rechazo a la llegada de Bush a la región. Precisamente ese día éste estará en Uruguay para reunirse con el presidente oriental, Tabaré Vázquez. Bush, que hoy llegará a Brasil para reunirse con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, también tiene previsto ir a Chile, Colombia, Guatemala y México, en un intento de acercamiento a la región. Si bien el gobierno de Kirchner intentó despegarse de la organización del acto, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, coordinó toda la puesta en marcha con una avanzada venezolana de la Casa Militar de Hugo Chávez. Y designó a su asesor Néstor Moccia, dirigente de Libres del Sur, para coordinar la organización entre los representantes bolivarianos y las organizaciones sociales. Por otra parte, el ministro de Planificación, Julio De Vido, se encargó personalmente de la organización de la agenda oficial con el líder de la revolución bolivariana. De Vido envió a su asesor principal, Claudio Uberti, a Caracas para afinar los acuerdos energéticos que se firmarán. Uberti dirige el organismo de control de concesiones viales (Occovi), pero mantiene un vínculo muy sólido con el régimen chavista.
Ayer, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, aseguró que, tal como ocurre cuando cualquier mandatario extranjero visita el país, el gobierno nacional había destacado 15 efectivos para la custodia de Chávez. Otras visitas Se sabe que luego del almuerzo en Olivos Chávez visitará el Museo de la Memoria, en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), e intentará ir a la planta industrial de SanCor, en Sunchales, Santa Fe. Esto se debe a que Venezuela financiará el salvataje de 135 millones de dólares que SanCor debe pagar a sus acreedores. Como parte de este acuerdo, la cooperativa láctea enviará a Caracas varios miles de toneladas de leche en polvo y asistencia tecnológica para desarrollar esa industria. También se dijo ayer que Chávez quiere visitar plantaciones de soja en la localidad de Carlos Casares, aunque no se había confirmado esa actividad.


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