EE UU construye un muro en Bagdad para segregar a chiítas de sunitas

Soldados estadounidenses están construyendo un muro en Bagdad para separar a chiítas de sunitas y evitar así que se sigan matando en una ola de ataques y venganzas. La valla, hecha de hormigón y de cinco kilómetros de longitud, se está levantando, según informa el Ejército, para proteger un enclave suní que está rodeado de barrios chiíes en una zona de la capital, una zona altamente conflictiva "se ha visto sumida en una espiral de violencia sectaria y represalias".

Cuando el muro esté terminado, la comunidad suní de Azamiyah, situada en la parte este del río Tigris, vivirá en una especie de cárcel. Estará completamente rodeada y habrá puestos de control de tráfico con soldados iraquíes que serán los únicos puntos de acceso, según el Ejército. "Los chiítas entran y atacan a los suníes y estos responden desde el otro lado de la calle", indica el capitán Scott McLearn, del Batallón de Apoyo estadounidense, que comenzó el proyecto el 10 de abril y que trabaja "de forma prácticamente continuada hasta que el muro esté completado", según el comunicado del Ejército.

El muro de hormigón supone un intento de frenar la balcanización de la ciudad más poblada y violenta de Irak. "Es una de las claves de la nueva estrategia de la coalición y las fuerzas iraquíes para romper el ciclo de violencia sectaria", añade el capitán McLearn.