ARGENTINA: Se triplicaron las consultas por miedo a volar

Asustados por los problemas en los radares y las "cuasi colisiones" entre aviones, cada vez son más quienes se acercan a Poder Volar, la empresa que asiste a los pasajeros con miedo al avión, ubicada en Aeroparque. El médico psiquiatra Claudio Plá Aleman, director de Poder Volar, confirmó a LA NACION que el número de consultas -personales, por teléfono y por e-mail- se triplicó en los últimos días a raíz de los conflictos en la aeronavegación argentina. Por ejemplo, en marzo, a partir de las primeras denuncias por el problema en los radares, y en los últimos días, a partir de la confirmación de la cuasi colisión entre dos aviones, el número de visitas diarias a la página de Internet de la empresa ( www.podervolar.org ) pasó de 150 a 800.

Las persistentes consultas obligaron incluso a cambiar parte de los contenidos de las charlas que se dan desde agosto de 2006 para aliviar el miedo a volar que sufren los pasajeros. "Ahora explicamos cuál es el trabajo de los controladores y cómo funciona el sistema de lo radares para tranquilizar a la gente", cuenta Plá. El psiquiatra, autor del libro Poder volar. Cómo superar el miedo al avión , admite que estos cambios responden a la demanda de quienes se acercan a la empresa ubicada en la planta baja de la Terminal A del aeroparque Jorge Newbery. "Históricamente, la principal preocupación era la meteorología: se preguntaban qué pasaba en las turbulencias.

En los últimos días las personas tienen una sola pregunta: ¿pueden chocar dos aviones?", resume Plá. "Antes no dormía, rezaba, la pasaba mal", cuenta Felicitas Barbosa, de 37 años, sobre su experiencia en al avión antes de acercarse a Poder Volar. En febrero Barbosa hizo el curso y pudo volar más tranquila. Sin embargo, a principios de este año los miedos volvieron. "Me acerqué otra vez hace menos de un mes por el tema de los radares. Allí me dijeron que me quedara tranquila, que para la cantidad de vuelos que hay en la Argentina el problema en los radares influye en la frecuencia, pero que no hay riesgo de que se estrellen dos aviones", cuenta Barbosa, casada y madre de tres hijos.

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