Con el fin de combatir la violencia callejera que azota a la población del país, la misión internacional, integrada en su mayoría por países latinoamericanos, intensificó su lucha contra las bandas armadas para retomar el control de los barrios “más calientes” de la capital; los resultados están siendo alentadores.
La multiplicación de acciones por parte de la fuerza internacional de la ONU contra las bandas armadas en Haití se está transformando una importante mejora en términos de seguridad. Luego de las fuertes críticas que recibió de parte de pobladores y autoridades del país por su pasividad ante los numerosos hechos de violencia, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah, su sigla en Inglés) lanzó desde diciembre pasado una serie de ofensivas destinadas a neutralizar el accionar de los grupos delictivos en los barrios más peligrosos de Puerto Príncipe, la capital del país.
Según fuentes de la organización, las operaciones tienen como objetivo retomar el control territorial de los barrios Martissant, Citè Soleil, Carrefour, Bell Air y Gonaïves, que los bandidos utilizan de base para organizar sus acciones delictivas como el narcotráfico, el secuestro de personas y la lucha armada contra bandas rivales y miembros de las fuerzas de paz.
En su informe sobre la situación en Haití del mes de marzo pasado, la Minustah dio a conocer detalles de las acciones contra las pandillas, y afirmó que las mantendrá "en áreas de alto riesgo". Asimismo, el reporte asegura que más de 400 sospechosos fueron detenidos desde principios de año como parte de las operaciones conjuntas con la policía del país caribeño.
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