Los trabajadores de salud y los maestros urbanos y rurales, por separado, desafiaron ayer al Gobierno y a las amenazas del presidente Evo Morales. Ante la falta de respuestas positivas a sus demandas y el fracaso de las negociaciones, ambos sectores determinaron mantener sus medidas de presión y radicalizarlas a partir de la próxima semana. El Gobierno advirtió ayer con destituir a unos 6.000 funcionarios públicos de salud que hace ocho días están en paro por mejoras salariales, de la misma manera a los miles de maestros rurales que ayer cumplieron un segundo día de huelga por el mismo motivo.
El presidente Evo Morales advirtió a los huelguistas que se les descontará del sueldo cada día no trabajado. "Día no trabajado (será), día no pagado", afirmó el Mandatario al argumentar por qué se les incrementará sólo 6 por ciento y no 7, como piden. A los maestros, Morales les advirtió con la posibilidad de declarar profesión libre a la educación fiscal y gratuita mediante un referéndum nacional, a fin de poner fin a las medidas de presión que cada año ejecuta el magisterio nacional en demanda de mayor incremento salarial, en perjuicio de la niñez y juventud.
Pese a todas esas amenazas, el comité ejecutivo de la Confederación de Trabajadores en Salud de Bolivia resolvió ayer masificar la huelga de hambre del sector e instruyó a sus federaciones radicalizar las medidas de presión desde el lunes en todos los centros, postas y servicios departamentales, sin suspender las atenciones de emergencia.
El secretario ejecutivo de los Trabajadores de Salud, José González, conminó al Gobierno a remover de su cargo a la ministra de Salud, Nila Heredia, para poder reanudar las negociaciones y manifestó que ese sector se mantendrá unido en sus reivindicaciones pese a los descuentos, procesos legales y despidos que ejecute el Gobierno.
Al pedido de su renuncia, la ministra Heredia dijo que no actúa sola ante este conflicto, por lo que el gabinete del presidente Morales resolvió no aumentar un solo centavo al incremento del 6 por ciento que se asignó tanto al sector de salud como al magisterio.
La confederación de trabajadores de salud planteó, entre otras demandas, un reconocimiento al personal del área rural que trabaja por más de 24 horas, un reajuste al Bono de Riesgo, ítems y un incremento salarial del 7 por ciento. Como señal de flexibilidad en sus exigencias, dijo González que si el Gobierno los incorpora a la Ley General del Trabajo con todos los beneficios que ello importa, están dispuestos a olvidarse de sus peticiones laborales, motivo del actual conflicto.
Fuente: Diario Los Tiempos de Bolivia
El presidente Evo Morales advirtió a los huelguistas que se les descontará del sueldo cada día no trabajado. "Día no trabajado (será), día no pagado", afirmó el Mandatario al argumentar por qué se les incrementará sólo 6 por ciento y no 7, como piden. A los maestros, Morales les advirtió con la posibilidad de declarar profesión libre a la educación fiscal y gratuita mediante un referéndum nacional, a fin de poner fin a las medidas de presión que cada año ejecuta el magisterio nacional en demanda de mayor incremento salarial, en perjuicio de la niñez y juventud.
Pese a todas esas amenazas, el comité ejecutivo de la Confederación de Trabajadores en Salud de Bolivia resolvió ayer masificar la huelga de hambre del sector e instruyó a sus federaciones radicalizar las medidas de presión desde el lunes en todos los centros, postas y servicios departamentales, sin suspender las atenciones de emergencia.
El secretario ejecutivo de los Trabajadores de Salud, José González, conminó al Gobierno a remover de su cargo a la ministra de Salud, Nila Heredia, para poder reanudar las negociaciones y manifestó que ese sector se mantendrá unido en sus reivindicaciones pese a los descuentos, procesos legales y despidos que ejecute el Gobierno.
Al pedido de su renuncia, la ministra Heredia dijo que no actúa sola ante este conflicto, por lo que el gabinete del presidente Morales resolvió no aumentar un solo centavo al incremento del 6 por ciento que se asignó tanto al sector de salud como al magisterio.
La confederación de trabajadores de salud planteó, entre otras demandas, un reconocimiento al personal del área rural que trabaja por más de 24 horas, un reajuste al Bono de Riesgo, ítems y un incremento salarial del 7 por ciento. Como señal de flexibilidad en sus exigencias, dijo González que si el Gobierno los incorpora a la Ley General del Trabajo con todos los beneficios que ello importa, están dispuestos a olvidarse de sus peticiones laborales, motivo del actual conflicto.
Fuente: Diario Los Tiempos de Bolivia
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