Los cruces verbales entre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el gobierno brasileño en relación con el cierre del canal de televisión venezolano RCTV se agudizaron ayer, cuando el mandatario de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, volvió a defender al Congreso de su país, que a su vez recibió nuevas críticas de Caracas. "El Congreso de Brasil emitió un comunicado grosero y nos obligó a responder", había afirmado anteanoche el líder venezolano, en referencia a una declaración del Senado brasileño, que le pedía que reconsiderara la decisión de no renovar la concesión a la televisora Radio Caracas Televisión (RCTV), que salió del aire el domingo pasado. "El Congreso no fue grosero, porque es una nota [la del Senado brasileño a favor de RCTV] que apenas pide la comprensión" del gobierno venezolano, dijo Lula a un grupo periodistas brasileños en la India, donde se encuentra en una visita oficial. "Voy a hablar con Chávez cuando vuelva a Brasil", agregó el mandatario, que no ha querido opinar sobre RCTV por considerarlo un tema interno de Caracas.
La tensión entre Brasil y Venezuela comenzó el jueves pasado con una declaración del Senado brasileño que le pedía a Chávez la reapertura de RCTV. El presidente venezolano respondió que "el Congreso de Brasil debería preocuparse por los problemas de Brasil" y lo acusó de ser un "loro que repite lo que dice Estados Unidos". Lula reaccionó el viernes desde Londres, al afirmar que "Chávez tiene que ocuparse de Venezuela" y no de Brasil, y convocó al embajador venezolano en Brasilia, Julio García Montoya, para que diera explicaciones. Además, en un comunicado de la cancillería, Lula expresó su "repudio" a las declaraciones de su colega. Y el canciller Celso Amorim dijo que las relaciones están en un momento que podría ser de "incomodidad o preocupación". En su discurso de anteanoche, Chávez advirtió también que no tolerará "injerencias externas" en el caso de RCTV, por el que recibió una ola de críticas en todo el mundo, que continuaron ayer. Además, afirmó que no le importa que las grandes cadenas de televisión y periódicos lo llamen Hitler o Mussolini. "Que digan de mí lo que les venga en gana; que se vayan largo al carajo los representantes de la burguesía internacional", señaló Chávez.
En tanto, el asesor de Asuntos Exteriores de Lula, Marco Aurélio Garcia, acusó ayer al presidente venezolano de usar un tono "inadecuado" al referirse al Congreso de Brasil, y pidió dejar atrás lo que calificó de "incidente". "El tono [de Chávez] fue inadecuado. Pero estamos interesados en mantener las relaciones desde el punto de vista político y económico con Venezuela", dijo Garcia desde la India, donde acompaña la gira de Lula. "La posición del presidente Lula es no opinar sobre nuestros vecinos latinoamericanos. Tenemos que preservar las relaciones con todos los países de la región porque estamos en el proceso del Mercosur y en la Comunidad Sudamericana de Naciones", dijo, y agregó que "para Brasil este incidente se queda ahí".
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