Crece la oposición republicana por Irak

Un día después de que el presidente George W. Bush volviera a defender su estrategia en Irak, dos destacados senadores de su propio partido anunciaron ayer que presentarán un proyecto legislativo que cuestiona la política de la Casa Blanca en el país árabe y que le exige una nueva estrategia y otra autorización del Congreso para seguir con la guerra. Los autores del proyecto, John W. Warner y Richard G. Lugar, también le exigen a Bush incluir en su estrategia la posibilidad del retiro de las tropas norteamericanas. "Muchas de las condiciones que existían hace cinco años, cuando autorizamos la invasión, ya no existen más o son irrelevantes para nuestra situación actual", afirmó Lugar, el principal legislador republicano en el comité de Relaciones Exteriores del Senado, al justificar la necesidad de una nueva autorización legislativa para continuar con la guerra.

Los senadores advirtieron que el gobierno debe "comenzar a planear inmediatamente" las medidas que tomará después de que el general a cargo de la guerra, David Petraeus, presente un esperado informe sobre el desarrollo del conflicto, en septiembre. El anuncio de los legisladores republicanos fue una clara respuesta a la declaración de Bush de anteayer, que afirmó que no pensaba tomar ninguna decisión sobre la marcha de la guerra hasta conocer el informe de su máximo comandante en Irak. Según el proyecto de los dos senadores republicanos, que será presentado la semana próxima en el Senado, la Casa Blanca deberá considerar "la disminución o el redespliegue de las fuerzas". Los nuevos planes sobre la guerra, dice la propuesta, deberán ser anunciados antes del 16 de octubre próximo e implementados, a más tardar, el 31 de diciembre de este año. "En 2003, después de la invasión inicial de Irak, ya vimos los desastrosos resultados por no haber estado adecuadamente preparados para enfrentar contingencias", acusó Lugar.

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