El 6 de agosto de 2006, hace un año, tanto los asambleístas como la población en general presenciaban el acto de inauguración de la Asamblea Constituyente como el inicio de una nueva era en la historia de Bolivia. Cientos de integrantes de pueblos indígenas y campesinos de tierras altas y bajas marcharon sobre las calles de Sucre el día en que se comenzaba la Constituyente. La mayoría de los bolivianos esperó con paciencia un año, teniendo en cuenta que el cónclave debía tomarse ese tiempo para redactar la nueva Carta Magna, según la Ley de Convocatoria. Sin embargo, a medida que pasaban los meses, y luego que el foro estancó sus deliberaciones con la aprobación del Reglamento de Debates y la polémica por el artículo 70 (la forma de votación para el texto constitucional) por siete meses, poco a poco se alejaba la posibilidad de aprobar una nueva Carta Magna.. Hoy, cuando ha llegado el 6 de agosto de 2007, la Asamblea no pudo entregar ni siquiera un borrador de la que será la nueva Constitución.
Ante esto, a la hora de evaluar lo hecho por este foro tanto analistas como los jefes de bancadas de los principales partidos con representación en el cónclave coinciden en señalar que fueron más los errores que cometió la Asamblea, que los logros que pudo alcanzar.
Meses de debate
La dilación de seis meses en la aprobación del Reglamento General de Debates; la poca eficiencia en el trabajo de los asambleístas; la injerencia externa sobre las decisiones de este foro; y la poca voluntad al momento de arribar a consensos, entorno a temas como tierra y territorio, visión de país, autonomías o capitalidad, los cuatro son “pecados capitales” identificados por los jefes de bancada de las principales fuerzas políticas dentro del cónclave. Frente a éstos problemas, el único logro alcanzado en un año, según los consultados, fue el haber puesto las cartas sobre la mesa, es decir, que los temas de debate más álgidos ya fueron identificados y forman parte de los informes de mayoría y minoría en las 21 comisiones del cónclave reunido en Sucre.
El pecado de la intolerancia
Román Loayza, el jefe de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), fue una de las víctimas materiales de la intolerancia de las discusiones y las imposiciones en la Constituyente. La madrugada del 1 de septiembre de 2006, Loayza cayó en un hueco del Teatro Gran Mariscal provocando su internación en estado de coma que casi le provoca la muerte. Retrocedió y resbaló mientras los constituyentes discutían acaloradamente por el Reglamento de Debates. "Lamento mucho que en este año haya predominado la intolerancia pero principalmente en la imposición que quieren hacernos las minorías a las mayorías. Ahí esta lo que ha pasado en Visión País, pero estamos contentos por lo que hemos logrado en el trabajo de las comisiones. Sabemos que es importante consensuar, el tiempo que hemos perdido en la aprobación del artículo 70 nos enseñó la importancia del diálogo entre las partes, por eso esperamos que en estos meses de trabajo que nos quedan podamos trabajar sin problemas y entregar la nueva Constitución al pueblo. Rubén Dario Cuéllar (Podemos), que encabeza la representación partidaria de Podemos, señala que si bien la Asamblea surgió como un tema positivo, se vio estancada por la perdida de tiempo en la aprobación del artículo 70, así también la actitud partidaria y radical de muchos partidos, especialmente de parte del MAS, así como la injerencia de diferentes organizaciones externas a la Constituyente. "Al parecer desde el principio no hubo una decisión de trabajar con eficiencia, ya hubo un error en el hecho de no haber realizado un verdadero proceso preconstituyente, luego esta ineficacia también traslució en la organización de un trabajo segmentado en 21 comisiones que nos llevó a un debate fragmentado en cuanto a los ejes temáticos, como muestra tenemos más de 700 artículos que muestran la dificultad de arribar a acuerdos". Para Cuéllar esta falta de consensos, esta ejemplificada en la situación que atraviesa la comisión de Visión de País, que es el equipo más importante, pues tiene que definir los pilares sobre los cuales se alzará el nuevo Estado, especificando el modelo que regirá los destinos del país. "Por eso, veo que aunque pocos, los logros de la Asamblea Constituyente pueden identificarse en que los temas estructurales del país hayan salido a flote y en este momento estén en la mesa del debate, por otro lado, los constituyentes ya sabemos que si queremos cumplir con la entrega de la nueva Constitución debemos abandonar los intereses políticos.
La redacción de la nueva carta fundamental de los bolivianos no es un problema de tiempos sino que haya la voluntad de arribar a consensos sin imponer posiciones y respetando lo que opinan las minorías”. “Si sigue la actitud del MAS de imponer sus posiciones, yo creo que en diciembre vamos a terminar con un panorama como el que se da hoy".
Aún goza de legitimidad
En este marco, el principal representante de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, resaltó el hecho de que la Asamblea Constituyente aún goza de legitimidad entre la población boliviana. Por ello, a un año de deliberaciones, hay que aprender de los errores que se han cometido y evitar perder el tiempo en la intransigencia y la imposición”. Doria Medina también citó los seis meses que se tardó para aprobar el artículo 70. "Creo que pese a los problemas, la Asamblea sigue siendo el escenario para encontrar acuerdos, además que hemos logrado identificar los temas más complejos en el debate. Sin embargo, debo lamentar la excesiva injerencia del presidente y del Poder Ejecutivo, lo que provocó que se pierda el tiempo y por eso estamos esperando por la ampliación". El jefe de bancada de UN exhortó a los asambleístas a predisponerse a avanzar en la redacción de la nueva Constitución, evitando las imposiciones externas. De igual forma, Guillermo Ritcher, jefe de la representación del MNR, manifestó que, en este año de gestión, más fueron los escollos que tuvo que atravesar la Asamblea, ante los logros a los que se pudo arribar hasta el momento. El más importante constituye el hecho que se haya logrado culminar las propuestas de artículos en las comisiones. "Ya tenemos los temas sobre la mesa y de aquí en adelante sólo nos ocuparemos en discutirlos. Lo sucedido este año debe reflexionarnos a todos los asambleístas pues tenemos una obligación con Bolivia. La Asamblea tiene mucha legitimidad como el espacio donde se deliberan las propuestas y reclamos de los diferentes sectores del país, debemosmantener ese estatus y evitar confrontaciones”.
El Congreso aprobó la ampliación del plazo de la Asamblea hasta diciembre para presentar una nueva Constitución. El desafío está pendiente y, ahora, debe sesionar hasta diciembre, tiempo durante el cual los analistas exigen consenso.
Continue leyendo el artículo del diario La Prensa de Bolivia
Ante esto, a la hora de evaluar lo hecho por este foro tanto analistas como los jefes de bancadas de los principales partidos con representación en el cónclave coinciden en señalar que fueron más los errores que cometió la Asamblea, que los logros que pudo alcanzar.
Meses de debate
La dilación de seis meses en la aprobación del Reglamento General de Debates; la poca eficiencia en el trabajo de los asambleístas; la injerencia externa sobre las decisiones de este foro; y la poca voluntad al momento de arribar a consensos, entorno a temas como tierra y territorio, visión de país, autonomías o capitalidad, los cuatro son “pecados capitales” identificados por los jefes de bancada de las principales fuerzas políticas dentro del cónclave. Frente a éstos problemas, el único logro alcanzado en un año, según los consultados, fue el haber puesto las cartas sobre la mesa, es decir, que los temas de debate más álgidos ya fueron identificados y forman parte de los informes de mayoría y minoría en las 21 comisiones del cónclave reunido en Sucre.
El pecado de la intolerancia
Román Loayza, el jefe de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), fue una de las víctimas materiales de la intolerancia de las discusiones y las imposiciones en la Constituyente. La madrugada del 1 de septiembre de 2006, Loayza cayó en un hueco del Teatro Gran Mariscal provocando su internación en estado de coma que casi le provoca la muerte. Retrocedió y resbaló mientras los constituyentes discutían acaloradamente por el Reglamento de Debates. "Lamento mucho que en este año haya predominado la intolerancia pero principalmente en la imposición que quieren hacernos las minorías a las mayorías. Ahí esta lo que ha pasado en Visión País, pero estamos contentos por lo que hemos logrado en el trabajo de las comisiones. Sabemos que es importante consensuar, el tiempo que hemos perdido en la aprobación del artículo 70 nos enseñó la importancia del diálogo entre las partes, por eso esperamos que en estos meses de trabajo que nos quedan podamos trabajar sin problemas y entregar la nueva Constitución al pueblo. Rubén Dario Cuéllar (Podemos), que encabeza la representación partidaria de Podemos, señala que si bien la Asamblea surgió como un tema positivo, se vio estancada por la perdida de tiempo en la aprobación del artículo 70, así también la actitud partidaria y radical de muchos partidos, especialmente de parte del MAS, así como la injerencia de diferentes organizaciones externas a la Constituyente. "Al parecer desde el principio no hubo una decisión de trabajar con eficiencia, ya hubo un error en el hecho de no haber realizado un verdadero proceso preconstituyente, luego esta ineficacia también traslució en la organización de un trabajo segmentado en 21 comisiones que nos llevó a un debate fragmentado en cuanto a los ejes temáticos, como muestra tenemos más de 700 artículos que muestran la dificultad de arribar a acuerdos". Para Cuéllar esta falta de consensos, esta ejemplificada en la situación que atraviesa la comisión de Visión de País, que es el equipo más importante, pues tiene que definir los pilares sobre los cuales se alzará el nuevo Estado, especificando el modelo que regirá los destinos del país. "Por eso, veo que aunque pocos, los logros de la Asamblea Constituyente pueden identificarse en que los temas estructurales del país hayan salido a flote y en este momento estén en la mesa del debate, por otro lado, los constituyentes ya sabemos que si queremos cumplir con la entrega de la nueva Constitución debemos abandonar los intereses políticos.
La redacción de la nueva carta fundamental de los bolivianos no es un problema de tiempos sino que haya la voluntad de arribar a consensos sin imponer posiciones y respetando lo que opinan las minorías”. “Si sigue la actitud del MAS de imponer sus posiciones, yo creo que en diciembre vamos a terminar con un panorama como el que se da hoy".
Aún goza de legitimidad
En este marco, el principal representante de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, resaltó el hecho de que la Asamblea Constituyente aún goza de legitimidad entre la población boliviana. Por ello, a un año de deliberaciones, hay que aprender de los errores que se han cometido y evitar perder el tiempo en la intransigencia y la imposición”. Doria Medina también citó los seis meses que se tardó para aprobar el artículo 70. "Creo que pese a los problemas, la Asamblea sigue siendo el escenario para encontrar acuerdos, además que hemos logrado identificar los temas más complejos en el debate. Sin embargo, debo lamentar la excesiva injerencia del presidente y del Poder Ejecutivo, lo que provocó que se pierda el tiempo y por eso estamos esperando por la ampliación". El jefe de bancada de UN exhortó a los asambleístas a predisponerse a avanzar en la redacción de la nueva Constitución, evitando las imposiciones externas. De igual forma, Guillermo Ritcher, jefe de la representación del MNR, manifestó que, en este año de gestión, más fueron los escollos que tuvo que atravesar la Asamblea, ante los logros a los que se pudo arribar hasta el momento. El más importante constituye el hecho que se haya logrado culminar las propuestas de artículos en las comisiones. "Ya tenemos los temas sobre la mesa y de aquí en adelante sólo nos ocuparemos en discutirlos. Lo sucedido este año debe reflexionarnos a todos los asambleístas pues tenemos una obligación con Bolivia. La Asamblea tiene mucha legitimidad como el espacio donde se deliberan las propuestas y reclamos de los diferentes sectores del país, debemosmantener ese estatus y evitar confrontaciones”.
El Congreso aprobó la ampliación del plazo de la Asamblea hasta diciembre para presentar una nueva Constitución. El desafío está pendiente y, ahora, debe sesionar hasta diciembre, tiempo durante el cual los analistas exigen consenso.
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