El presidente argentino, Néstor Kirchner, declaró ayer que "yo no tapo nada... ni pongo las manos en el fuego por nadie", horas después de haber despedido a Claudio Uberti, un alto funcionario argentino que viajó en el avión privado que trajo como pasajero desde Caracas a un empresario venezolano con 800 mil dólares en efectivo no declarados e incautados por la Aduana. "Cuando algo pasa, que el pueblo se entere como corresponde y tomamos las medidas como corresponde, porque así debe ser. Eso es porque uno no está comprometido con nada si tiene las manos absolutamente limpias. Le toque a quien le toque y caiga quien caiga", dijo el Presidente.
El anuncio de la remoción de Uberti fue hecho por su superior, el ministro de Planificación, Julio De Vido. También ayer un funcionario venezolano en Caracas manifestó que quienes viajaron en el avión privado donde se descubrió el dinero no formaban parte de la comitiva oficial del presidente Hugo Chávez que visitó Buenos Aires. Pero portavoces de la oposición reclamaron la renuncia del propio De Vido, hombre de confianza de Kirchner y figura clave en las negociaciones con Venezuela sobre temas de energía. De Vido alegó que Uberti, que era titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), cometió el "error" de haber traído desde Venezuela, sin consultar a sus superiores, a personas ajenas a la delegación oficial. Lo habría hecho atendiendo un pedido que le formularon en Caracas directivos de la petrolífera estatal Pdvsa, que también viajaron en el avión contratado por el Gobierno argentino.
De Vido agregó que Uberti "admitió" su responsabilidad y que por ello "le solicitamos la renuncia al cargo, que acaba de entregar y que acabo de aceptar". En el vuelo, que aterrizó en la madrugada del sábado en el Aeroparque metropolitano viajaron junto con Uberti el titular de la nueva empresa de energía argentina Enarsa, Exequiel Espinosa y tres ejecutivos de Pdvsa, el hijo de un funcionario de esa empresa estatal venezolana en Argentina y el hombre de negocios que portaba la valija, identificado como Guido Antonini Wilson. La Aduana retuvo la valija, inició un sumario, pero dejó en libertad a Antonini Wilson. Introducir dinero sin declararlo previamente no es un delito, sino una infracción aduanera, castigada con una multa equivalente al 50 por ciento del valor de la infracción. En este caso intervino la oficina gubernamental sobre lavado de dinero, que podría eventualmente dar intervención a la justicia, si sospecha un delito. Los casi 800 mil dólares quedaron depositados en el Banco de la Nación Argentina y la valija no fue reclamada por el empresario venezolano, quien habría partido hacia Uruguay. Uberti y Espinosa negociaban en Caracas la construcción por parte de Venezuela de una planta de regasificación para obtener Gas Natural Licuado, a un costo de 400 millones de dólares. Su concreción fue confirmada el lunes en Buenos Aires por el presidente Hugo Chávez.
INVESTIGACIONES En Caracas, el superintendente tributario y aduanero, José Vielma Mora, negó que los pasajeros venezolanos formaran parte de la comitiva del presidente Chávez pero admitió que el incidente constituye "un daño que (se) le está haciendo al país". "Esos funcionarios del sector privado argentino-venezolano no tienen relación directamente con una comitiva de actividades bilaterales y comercio y apoyo a la integración del Mercosur", indicó. Vielma Mora dijo a la televisora Globovisión que desconocía por cual aeropuerto internacional y aduana venezolana pudo pasar el maletín con los 800 mil dólares e indicó que ordenó una investigación para determinar responsabilidades.
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