Teme un brote de violencia el obispo de Santa Cruz

En una de las más duras advertencias desde que estalló la crisis política y social en Santa Cruz, el obispo Juan Carlos Romanín dijo ayer que en la provincia del presidente Néstor Kirchner “se llegará a un extremo en el que la gente va a hacer justicia por mano propia” si en un plazo breve no se logra la “paz social”. Las declaraciones del obispo de Río Gallegos parecen anticipar otro día de agitación en las calles de la capital santacruceña: hoy, a las 18, habrá una marcha con antorchas hasta la esquina donde hace una semana el ex ministro kirchnerista Daniel Varizat atropelló a un grupo de manifestantes opositores. Todavía hay manchas de sangre en el lugar. Ayer trascendió que la denuncia radicada por Varizat tras el episodio ha sido incorporada a la causa judicial: el ex funcionario declaró allí que su camioneta había sido dañada con pintura y que había recibido golpes de los manifestantes. Romanín se refirió a ese dato: “Son cosas que irritan y crean en la gente un malestar enorme”.

Para el obispo se hace difícil contener la situación: "Me piden que ponga paños fríos, que contenga, pero, bueno, si después tiran nafta yo no puedo hacer más nada". Según una reconstrucción que realizó LA NACION, el ministro presentó la denuncia pocos minutos después de atropellar a los manifestantes. Sólo tres cuadras lo separaban del lugar del accidente y la jefatura de policía. Antes de llegar allí, las tres personas que viajaban en la parte trasera de la camioneta Cherokee descendieron y él llegó acompañado por Armando Traba, presidente de la empresa estatal Fomicruz. Mientras esto ocurría, personal de seguridad que se encontraba en el acto del presidente Néstor Kirchner, a sólo ocho cuadras del accidente, se dirigió a la casa del ministro (a una cuadra de la de los Kirchner) y sacó de allí a los familiares, dado que temían que ante el enojo de los manifestantes la protesta se trasladara hasta la vivienda. "En la denuncia presentada en la jefatura de policía, Varizat dijo que lo habían amenazado de muerte, que le dañaron la camioneta y se la pintaron con aerosol, que se la movían y que se la habían querido volcar. Y él temió por su vida y por eso presentó la denuncia", confirmó a LA NACION el fiscal de la causa, Andrés Vivanco. En el contexto de esa denuncia que ayer se incorporó a la causa fue que Romanín, en un reportaje con Radio Continental, habló de su temor por nuevos hechos de violencia y dijo que "se va a llegar a un extremo donde la gente va a hacer justicia por mano propia y no se va a poder controlar". Y añadió: "La paz social la creamos todos con un sistema de prevención, donde cada uno se hace cargo de lo que tiene que hacer, y lo hace rápido".

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