Brasil: respiro para Lula

El Senado de Brasil absolvió este miércoles por una ajustada mayoría a su presidente, Renán Calheiros, quien estaba acusado de corrupción y delitos fiscales. Calheiros, quien siempre insistió en su inocencia, es un importante aliado del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la coalición de gobierno. En una reñida votación secreta, los senadores decidieron no someterlo a juicio político, lo que habría implicado su destitución inmediata y su inhabilitación para ejercer cargos públicos durante ocho años. De los 81 legisladores de la Cámara Alta, 40 votaron contra el juicio, 35 a favor y seis se abstuvieron. De haber sido encausado, Calheiros se habría convertido en el primer jefe en ser expulsado del Senado en la historia republicana de Brasil.

A diferencia de casos anteriores, en los que presidentes de la Cámara Alta cuestionados renunciaron al cargo o a su escaño para evitar un juicio político, Calheiros había rechazado cualquiera de estas posibilidades por considerar que equivaldrían a admitir su culpabilidad. Durante la sesión a puerta cerrada, Calheiros permaneció tranquilo, sin conversar con los legisladores, mientras esperaba que se decidiera su futuro. "Voy a la iglesia a rezar", dijo luego, cuando le preguntaron cómo festejaría su absolución.

Forcejeos
La votación de este miércoles estuvo precedida por forcejeos entre un grupo de diputados autorizados por el Tribunal Supremo a presenciar la sesión y guardias de seguridad que aparentemente no estaban enterados de que los legisladores tenían permiso para entrar. El del presidente del Senado es el más reciente escándalo político de Brasil. Calheiros, de 51 años, es un veterano dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), una agrupación clave en la coalición tejida por Lula para su segundo mandato. Se le acusaba de recibir dinero de una empresa que participa en licitaciones públicas para mantener a una ex amante y a la hija que tuvo con ella. Sobre Calheiros también pesaban denuncias de sobornos en el PMDB, delitos fiscales en una empresa familiar, ocupación ilegal de tierras en su estado natal de Alagoas y posesión de dos radioemisoras a través de testaferros. Él rechazó todos los cargos en su contra afirmando que las acusaciones tenían como fin destruir su imagen por pleitos políticos en Alagoas.

Pero algunos miembros de su propio partido ya habían perdido la fe en él. El senador Arthur Virgilio dijo antes de la votación que su absolución "sería una hecatombe política para el Senado".
Por su parte, la oposición manifestó su "profunda decepción" con el resultado de la sesión y consideró que se decidió en favor de Calheiros por el peso que tiene el PMDB en la coalición de gobierno. En tal sentido, el senador Jefferson Peres, del Partido Democrático Trabalhista, advirtió: "Se abre un período de desgaste del Senado ante la opinión pública". Serie de escándalos El caso de Calheiros se sumó a una serie de escándalos de corrupción protagonizados por el entorno de Lula desde 2005. No soy yo quien tiene que dar el veredicto. Presidente LulaA fines de agosto el Tribunal Supremo de Brasil decidió procesar penalmente a 40 personas por su presunta participación en un esquema de sobornos en el Congreso. Entre ellas figuran tres ex ministros y varios líderes históricos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT). Sin embargo, Lula se mantuvo públicamente al margen del proceso contra Calheiros. El mandatario afirmó que no le correspondía a él hacer un juicio sobre el caso: "Las personas acusadas tienen derecho a defenderse y después viene el veredicto; no soy yo quien tiene que darlo".

Fuente: BBC