Ante las manifestaciones que cada día parecen cobrar más fuerza en Birmania, BBC Mundo echa una mirada a las causas de las protestas, a quienes participan en ellas, y a lo que podría significar para la Junta Militar que gobierna al país.
¿Qué originó las protestas?
El gobierno decidió incrementar los precios de los combustibles el 15 de agosto. Tanto la gasolina como el diesel cuestan ahora el doble, y el gas comprimido que se usa para los autobuses cuesta cinco veces más. Los aumentos afectan a los birmanos más pobres porque hicieron que también se elevara el precio del transporte público, y desataron una reacción en cadena que vio subir los precios de artículos de primera necesidad como el arroz y el aceite de cocina. Los activistas pro-democracia encabezaron las primeras manifestaciones en Rangún, la ciudad más importante y antigua capital del país. Cuando 400 salieron a las calles el 19 de agosto se produjo la manifestación más importante en el país, que ha estado bajo gobiernos militares prácticamente durante 45 años. Las autoridades reaccionaron rápidamente ante las protestas y detuvieron a docenas de activistas. Pero las manifestaciones continuaron en todo el país. Aunque no participaron muchos, hubo marchas en Rangún, Sittwe y otras ciudades.
El gobierno decidió incrementar los precios de los combustibles el 15 de agosto. Tanto la gasolina como el diesel cuestan ahora el doble, y el gas comprimido que se usa para los autobuses cuesta cinco veces más. Los aumentos afectan a los birmanos más pobres porque hicieron que también se elevara el precio del transporte público, y desataron una reacción en cadena que vio subir los precios de artículos de primera necesidad como el arroz y el aceite de cocina. Los activistas pro-democracia encabezaron las primeras manifestaciones en Rangún, la ciudad más importante y antigua capital del país. Cuando 400 salieron a las calles el 19 de agosto se produjo la manifestación más importante en el país, que ha estado bajo gobiernos militares prácticamente durante 45 años. Las autoridades reaccionaron rápidamente ante las protestas y detuvieron a docenas de activistas. Pero las manifestaciones continuaron en todo el país. Aunque no participaron muchos, hubo marchas en Rangún, Sittwe y otras ciudades.
¿Por qué participan los monjes?
Los monjes comenzaron a tomar parte en grandes grupos después del 5 de septiembre, cuando el ejército usó la fuerza para dispersar una manifestación pacífica en la ciudad de Pakokku, en el centro del país. Los monjes budistas están decididos a cambiar el gobierno militar de Birmania. Al menos tres religiosos resultaron lesionados. Al día siguiente, los monjes de Pakokku tomaron brevemente como rehenes a algunos funcionarios locales y dieron al gobierno hasta el 17 de septiembre para que se disculpara, pero no se produjo ninguna disculpa. Cuando expiró el plazo, los monjes continuaron protestando en grupos cada vez mayores y retiraron su servicios religiosos a los militares y sus familias. Desde entonces ha habido manifestaciones diarias en Rangún y en otras partes, y las marchas crecen cada día más. Decenas de miles de monjes participan en las protestas. La participación de los monjes es significativa porque hay cientos de miles de ellos, y todos son muy reverenciados. El clero ha ocupado un lugar prominente en la historia de las protestas políticas de Birmania. Debido a la influencia religiosa, el gobierno ha tratado de atraer a varios abades, pero el hecho de que éstos hayan elegido seguir en silencio es interpretado por muchos como una señal de que están de acuerdo con las protestas. Los analistas coinciden en que cualquier acto de violencia contra los monjes desataría un levantamiento nacional.
¿Todo por una disculpa?
Para algunos monjes sí. Pero para otros la situación ya rebasó ese punto. Los monjes prometieron continuar las marchas hasta que hayan borrado la dictadura militar del territorio de Birmania Un grupo que se hace llamar Alianza de Todos los Monjes Budistas Birmanos coordina las manifestaciones, y el 21 de septiembre emitió una declaración en la que califica al gobierno militar como "enemigo del pueblo". Los monjes prometieron continuar las marchas hasta que hayan "borrado la dictadura militar del territorio de Birmania", y pidieron a los birmanos que se unan al movimiento. Una de las marchas pasó frente a la casa donde está detenida la dirigente demócrata Aung San Suu Kyi, lo que según algunos evidencia que el movimiento de los monjes desea un cambio de gobierno.
Para algunos monjes sí. Pero para otros la situación ya rebasó ese punto. Los monjes prometieron continuar las marchas hasta que hayan borrado la dictadura militar del territorio de Birmania Un grupo que se hace llamar Alianza de Todos los Monjes Budistas Birmanos coordina las manifestaciones, y el 21 de septiembre emitió una declaración en la que califica al gobierno militar como "enemigo del pueblo". Los monjes prometieron continuar las marchas hasta que hayan "borrado la dictadura militar del territorio de Birmania", y pidieron a los birmanos que se unan al movimiento. Una de las marchas pasó frente a la casa donde está detenida la dirigente demócrata Aung San Suu Kyi, lo que según algunos evidencia que el movimiento de los monjes desea un cambio de gobierno.
¿Se están sumando otros?
En los primeros días de las protestas parecía que el público no participaba, quizá -como indican algunos analistas- por temor a represalias, pero la participación popular se ha incrementado gradualmente. Imágenes de una marcha muestran a docenas, tal vez cientos de personas que cubrían la ruta de los monjes formando una cadena para protegerlos de los soldados. El 24 de septiembre, miles de personas respondieron a un llamado de los monjes y se unieron a una protesta masiva en las calles de Rangún. Se dice que figuras importantes de la opositora Liga Nacional para la Democracia (NLD por sus siglas en inglés) han participado en las manifestaciones pese a que inicialmente se habían distanciado del movimiento.
¿Cuándo fue la última vez que hubo manifestaciones así en Birmania?
La última vez que Birmania vio marchas de este nivel fue durante el levantamiento popular de agosto de 1988. Cada vez participan más personas en las marchas de protesta.Las protestas se desencadenaron cuando el gobierno decidió devaluar la moneda en 1987 y desapareció los ahorros de muchas personas. Los estudiantes comenzaron a organizar manifestaciones a las que gradualmente se incorporaron los monjes y el resto de los birmanos. Las protestas culminaron en un levantamiento nacional el 8 de agosto de 1988, cuando cientos de miles de personas marcharon exigiendo un cambio de gobierno. El gobierno envió al ejército a suprimir las manifestaciones, y se cree que al menos 3.000 personas murieron.
¿Qué dice el gobierno?
El gobierno ha dicho muy poco y sus tropas se han contenido hasta el momento. Algunos analistas sostienen que se debe en parte a que los jefes de la junta militar se establecieron en Nay Pyi Taw, la nueva capital, y no han tenido que enfrentar las manifestaciones en sus propias puertas. Otros analistas piensan que China -el más importante aliado y socio comercial de Birmania- puede haberles advertido que mantengan la estabilidad. Pero las autoridades deben haber notado ya los paralelos con el levantamiento de 1988, y muchos temen que sólo es cuestión de tiempo para que se produzca una reacción del gobierno.
Fuente: BBC Internacional
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