En su primera visita a Irak como primer ministro británico, Gordon Brown, se ha mostrado convencido de que el Ejército iraquí ya puede ir haciéndose cargo de la provincia de Basora, bajo control de Reino Unido desde la invasión de 2003. Por eso, ha anunciado que para Navidad, 1.000 soldados podrían estar en casa. "Creo que de aquí a fin de año las fuerzas británicas, que actualmente son 5.500 hombres, podrán ser reducidos a 4.500. De aquí a Navidad, un millar de nuestros soldados podrá volver a Gran Bretaña para otras misiones", ha afirmado Brown ante la prensa.
El primer ministro, que se ha reunido en Bagdad con su homólogo iraquí, Nuri al Maliki, se ha mostrado convencido de que las fuerzas de seguridad iraquíes pueden ser "responsables de su propia seguridad" en Basora y de que, en dos meses, el control debe ser asumido completamente por ellas. Reino Unido tiene 5.500 soldados destinados en esta provincia del sur, la segunda más grande del país, desde el inicio de la invasión de 2003. La de hoy es la primera visita de Gordon Brown a Irak como jefe de Gobierno de Reino Unido, cuatro años y medio después de que su antecesor, Tony Blair, decidiera invadir ese país junto con EEUU para derrocar a Sadam Husein.
El anuncio llega un mes después de que las tropas británicas abandonasen los palacios presidenciales de la ciudad de Basora, que utilizaban como cuartel general, y se retirasen a una base aérea en las afueras de la ciudad. "Cualquier nueva decisión sobre la retirada de tropas se tomará el año que viene", dijo Brown después de sus conversaciones con Maliki en la fuertemente custodiada "zona verde" de Bagdad, donde están ubicadas la Embajada británica y la sede del Gobierno iraquí.
Gordon Brown, en Bagdad, con Nuri al Maliki. (Foto: REUTERS)
Mientras, Maliki señaló a los periodistas que su Ejecutivo está haciendo las gestiones necesarias para asegurar la asunción del control militar sobre Basora antes de dos meses. Según Maliki, Basora, ubicada junto a la frontera con Irán, se convertirá en la primera provincia del país en ser totalmente controlada por las fuerzas de seguridad iraquíes. La capital de la provincia, Basora, segunda ciudad de Irak, se encuentra en manos de las milicias chiíes rivales Ejército del Mahdi, leal al clérigo chií Muqtada al Sadr, y la Asamblea Suprema Islámica Iraquí, del clérigo Abdelaziz al Hakim.
Fuente: Diario El Mundo de España
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