La reunificación alemana, un ejemplo posible para Seúl

Hace algunas décadas, la reunificación alemana, que ayer cumplió su 17° aniversario, parecía un sueño inalcanzable. Hoy no sólo está consolidada sino que también puede convertirse a futuro en un caso de estudio sobre cómo hacer realidad el milagro de crear un único país con dos Estados enemigos, una problemática que hoy en día desvela, por ejemplo, a Corea del Sur. Para ilustrar las dificultades, sólo basta un ejemplo: el gobierno de la República Democrática Alemana (RDA, comunista), había prohibido en la década del 70 cantar el himno nacional del país porque la letra hablaba de "Alemania, una patria única". El verso resultaba verdaderamente incómodo para el régimen, sobre todo después de haber terminado la construcción del Muro de Berlín en agosto de 1961, para evitar la fuga del país de los alemanes orientales.

Con el tiempo, sucedió por fin lo que parecía que nunca iba a pasar: la caída del muro, el 9 de noviembre de 1989, y la posterior reunificación. En verdad, la luz al final del túnel empezó a verse en agosto de 1989, cuando miles de alemanes del Este que habían viajado a Hungría -un destino permitido porque formaba parte del bloque socialista- lograron atravesar la Cortina de Hierro y llegar a Austria. Poco después, una serie de manifestaciones masivas en la RDA obligaron a dimitir al entonces líder germano- oriental Erich Honecker; y desembocaron en la caída del muro de Berlín, y en las primeras elecciones libres de la historia de la RDA, seis años después de la vuelta a la democracia de la Argentina. El 3 de octubre de 1990 se acordó la incorporación formal a la República Federal Alemana de los cinco estados federales de Alemania oriental: Brandemburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia. Y ahí empezó lo verdaderamente difícil: intentar integrar en la práctica, y sin experiencia previa, a dos países que, pese a su cultura y a su pasado comunes, habían estado separados, y en las antípodas ideológicas, prácticamente desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Esa tarea aún no ha concluido.

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