Las elecciones primarias de los demócratas arrancan hoy en Carolina del Sur, el último examen para Hillary Clinton y Barack Obama antes del conocido supermartes, el próximo 5 de febrero.
En mitad de una campaña reñida y excitante, los dos candidatos han decidido dejar a un lado los ataques personales y reproches lanzados a lo largo de esta semana previa a la celebración del primer caucus demócrata en el sur. Obama parte como favorito en las encuestas, después de haber sufrido dos derrotas consecutivas en las votaciones de New Hampshire y Nevada. Según Reuters, el senador por Illinois obtendría el 38% de los votos mientras la senadora por Nueva York quedaría muy lejos con el 25%.
Buena parte de este previsible apoyo tiene su origen en la propia idiosincrasia de Carolina del Sur, donde la mitad del electorado demócrata es de raza negra. Las elecciones de hoy son las primeras que se celebran en el sur. La cuestión de la raza debe contar a su favor, aunque Clinton, gracias a la antigua presidencia de su marido, también tiene la simpatía de la comunidad negra.
“Estoy absolutamente convencido que podemos ganar aquí, y podemos ganar en cualquier parte del país”, ha dicho Obama en su último discurso en Carolina del Sur antes de la votación.
Pero los medios de comunicación anglosajones también han querido destacar que una de las llaves del triunfo estará en la cuestión económica, pese a la importancia suscitada en las últimas votaciones al electorado negro o femenino. La población de Carolina del Sur es una de las más afectadas por la crisis económica y tiene una tasa de desempleo superior a la media nacional.
Unas 300.000 personas tendrán que decidir si votan a Clinton, Obama o John Edwards, el tercero en discordia, que juega cerca de casa al haber sido senador de la vecina Carolina del Norte.
Fuente: Diario El País de España
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