No hay condiciones para vender gas a Chile, pero tenemos que ir avanzando en los otros temas pendientes”. “Los pueblos tienen un rol fundamental para la resolución del conflicto entre ambos países por la demanda marítima”. “La controversia entre Perú y Chile por los límites marítimos ante La Haya es una limitación y tiene que resolverse primero”
El Gobierno del presidente Evo Morales ha resuelto dar un giro en la política marítima boliviana. El canciller David Choquehuanca reveló en una entrevista con La Prensa que el acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia será “gradual”, es decir que el país no contará con un territorio con soberanía plena de forma inmediata. La fórmula de resolución del conflicto más factible es la concesión de un corredor de un ancho de 10 kilómetros al norte de la ciudad de Arica, pero esto aún forma parte de las negociaciones entre ambos países, cuyos acuerdos serán consultados necesariamente con Perú.
El Ministro también reveló que el Gobierno tiene listo un decreto supremo para conformar un Comité Nacional para tratar el conflicto por las aguas de los manantiales del Silala y cuyo proyecto fue puesto a consideración de las organizaciones sociales y cívicas de Potosí.
En dicho organismo se establecería una estrategia nacional para tratar el actual usufructo de recursos hídricos por parte de Chile, país que considera al curso de agua un río internacional. Choquehuanca anticipa que Bolivia no pedirá que ese país pague por dichos recursos y que, más bien, se reclamaría una compensación.
—¿Qué avances concretos se están logrando en las negociaciones con Chile por la demanda marítima boliviana, al año y ocho meses de haber firmado, en julio de 2006, la “agenda sin exclusiones” de 13 puntos?
—El balance que hacemos nosotros es positivo. Hemos avanzado en varios puntos a través de comisiones mixtas que están trabajando en el control integrado de fronteras, la lucha contra el narcotráfico, la construcción de infraestructuras para ejercer un mejor control fronterizo; en materia de transporte, la habilitación del puerto de Iquique, la rehabilitación de la vía férrea La Paz-Arica, y en el tema Silala, el Poder Ejecutivo ha trabajado un proyecto de decreto supremo para la conformación de una Comisión Nacional sobre el Silala, para que esta instancia pueda establecer una estrategia boliviana sobre el tema. El decreto lo hemos puesto a consideración de las organizaciones sociales y el Comité Cívico de Potosí y las comunidades de Quetena Chico y Quetena Grande. Esperamos que con estas observaciones podamos discutir pronto con el gabinete para que se pueda aprobar. En cuanto a la demanda marítima, observamos que la situación está cambiando. Las declaraciones del canciller de Chile, Alejandro Foxley, son una muestra de eso. El Ministro chileno pide solidaridad a los chilenos y reconoce que hay un asunto pendiente. Además señala que no hay fórmulas, pero esto significa que tenemos que empezar a trabajar en fórmulas para resolver el conflicto. Antes, ningún canciller podía declarar esto. Cuando un ministro de Relaciones Exteriores se anima a expresar estas posiciones es porque sabe que el pueblo chileno está consciente de que hay algo pendiente. Esto ayuda a la construcción de la confianza mutua. Entre el 25 y 28 de marzo, directores de medios de comunicación y periodistas de Chile sostendrán reuniones en Santa Cruz y La Paz con organizaciones sociales, periodistas y autoridades bolivianas en el marco de la confianza mutua. Uno de los temas que primarán en esos encuentros será el marítimo.
—Una de las fórmulas que están sobre la mesa es la posibilidad de dar un corredor al norte de Arica sin soberanía plena inmediata. ¿No entra en contradicción esta alternativa con el proyecto de Constitución Política del Estado (CPE) que la Asamblea Constituyente ha aprobado por iniciativa del MAS donde se señala que Bolivia debe tener un acceso con soberanía plena sobre el Pacífico?
—Ningún boliviano va a renunciar a un retorno con soberanía plena a las costas del océano Pacífico. No podemos renunciar a nuestra soberanía, queremos un retorno con soberanía. Sin embargo, también tenemos que ser conscientes de que tenemos que avanzar gradualmente. No vamos a renunciar a la soberanía plena, pero tenemos que ser prácticos, tenemos que avanzar gradualmente. Hay varias figuras que están en negociación. Así como la rehabilitación del puerto de Iquique busca cumplir con el Tratado de 1904, también muestra que se está avanzando en este proceso para alcanzar una solución integral. En el tema marítimo también, no nos vamos a cerrar, porque si no vamos a seguir hablando otros cien o doscientos años más. Esto no quiere decir que vayamos a renunciar a nuestra soberanía, pero podemos ir avanzando gradualmente en este retorno a las costas del Pacífico.
—¿En qué consiste esta “solución gradual”?
—No vamos a renunciar a la soberanía y la solución no será definitiva. Tenemos que ir avanzando gradualmente hacia esa solución definitiva. En los colegios y en las escuelas hay que ayudar en la construcción de esta confianza mutua con Chile. Creo que no hay que perder las esperanzas. Los bolivianos estamos trabajando positivamente y vamos a volver al mar. No es una utopía, vamos a volver cada vez con más fuerza y poder un día disfrutar de las costas del Pacífico.
Siga leyendo la entrevita que trae el diario La Prensa de Bolivia
El Gobierno del presidente Evo Morales ha resuelto dar un giro en la política marítima boliviana. El canciller David Choquehuanca reveló en una entrevista con La Prensa que el acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia será “gradual”, es decir que el país no contará con un territorio con soberanía plena de forma inmediata. La fórmula de resolución del conflicto más factible es la concesión de un corredor de un ancho de 10 kilómetros al norte de la ciudad de Arica, pero esto aún forma parte de las negociaciones entre ambos países, cuyos acuerdos serán consultados necesariamente con Perú.
El Ministro también reveló que el Gobierno tiene listo un decreto supremo para conformar un Comité Nacional para tratar el conflicto por las aguas de los manantiales del Silala y cuyo proyecto fue puesto a consideración de las organizaciones sociales y cívicas de Potosí.
En dicho organismo se establecería una estrategia nacional para tratar el actual usufructo de recursos hídricos por parte de Chile, país que considera al curso de agua un río internacional. Choquehuanca anticipa que Bolivia no pedirá que ese país pague por dichos recursos y que, más bien, se reclamaría una compensación.
—¿Qué avances concretos se están logrando en las negociaciones con Chile por la demanda marítima boliviana, al año y ocho meses de haber firmado, en julio de 2006, la “agenda sin exclusiones” de 13 puntos?
—El balance que hacemos nosotros es positivo. Hemos avanzado en varios puntos a través de comisiones mixtas que están trabajando en el control integrado de fronteras, la lucha contra el narcotráfico, la construcción de infraestructuras para ejercer un mejor control fronterizo; en materia de transporte, la habilitación del puerto de Iquique, la rehabilitación de la vía férrea La Paz-Arica, y en el tema Silala, el Poder Ejecutivo ha trabajado un proyecto de decreto supremo para la conformación de una Comisión Nacional sobre el Silala, para que esta instancia pueda establecer una estrategia boliviana sobre el tema. El decreto lo hemos puesto a consideración de las organizaciones sociales y el Comité Cívico de Potosí y las comunidades de Quetena Chico y Quetena Grande. Esperamos que con estas observaciones podamos discutir pronto con el gabinete para que se pueda aprobar. En cuanto a la demanda marítima, observamos que la situación está cambiando. Las declaraciones del canciller de Chile, Alejandro Foxley, son una muestra de eso. El Ministro chileno pide solidaridad a los chilenos y reconoce que hay un asunto pendiente. Además señala que no hay fórmulas, pero esto significa que tenemos que empezar a trabajar en fórmulas para resolver el conflicto. Antes, ningún canciller podía declarar esto. Cuando un ministro de Relaciones Exteriores se anima a expresar estas posiciones es porque sabe que el pueblo chileno está consciente de que hay algo pendiente. Esto ayuda a la construcción de la confianza mutua. Entre el 25 y 28 de marzo, directores de medios de comunicación y periodistas de Chile sostendrán reuniones en Santa Cruz y La Paz con organizaciones sociales, periodistas y autoridades bolivianas en el marco de la confianza mutua. Uno de los temas que primarán en esos encuentros será el marítimo.
—Una de las fórmulas que están sobre la mesa es la posibilidad de dar un corredor al norte de Arica sin soberanía plena inmediata. ¿No entra en contradicción esta alternativa con el proyecto de Constitución Política del Estado (CPE) que la Asamblea Constituyente ha aprobado por iniciativa del MAS donde se señala que Bolivia debe tener un acceso con soberanía plena sobre el Pacífico?
—Ningún boliviano va a renunciar a un retorno con soberanía plena a las costas del océano Pacífico. No podemos renunciar a nuestra soberanía, queremos un retorno con soberanía. Sin embargo, también tenemos que ser conscientes de que tenemos que avanzar gradualmente. No vamos a renunciar a la soberanía plena, pero tenemos que ser prácticos, tenemos que avanzar gradualmente. Hay varias figuras que están en negociación. Así como la rehabilitación del puerto de Iquique busca cumplir con el Tratado de 1904, también muestra que se está avanzando en este proceso para alcanzar una solución integral. En el tema marítimo también, no nos vamos a cerrar, porque si no vamos a seguir hablando otros cien o doscientos años más. Esto no quiere decir que vayamos a renunciar a nuestra soberanía, pero podemos ir avanzando gradualmente en este retorno a las costas del Pacífico.
—¿En qué consiste esta “solución gradual”?
—No vamos a renunciar a la soberanía y la solución no será definitiva. Tenemos que ir avanzando gradualmente hacia esa solución definitiva. En los colegios y en las escuelas hay que ayudar en la construcción de esta confianza mutua con Chile. Creo que no hay que perder las esperanzas. Los bolivianos estamos trabajando positivamente y vamos a volver al mar. No es una utopía, vamos a volver cada vez con más fuerza y poder un día disfrutar de las costas del Pacífico.
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