La caida del dólar se acentuó ayer, cuando la moneda alcanzó su nivel más bajo de la historia frente al euro y, por primera vez, desde finales de 1995, su valor cayó brevemente por debajo de los 100 yenes por unidad. La debilidad de la divisa estadounidense crea una serie de problemas en todo el mundo, comenzando en Japón, donde el fortalecimiento del yen amenaza a los exportadores del país e incrementa la posibilidad de que la segunda economía del mundo se desacelere en forma significativa. Los exportadores europeos también sufren las consecuencias. Un euro ahora compra más de US$ 1,55, un nivel sin precedentes, que preocupa a las autoridades políticas y de negocios de la región.
Los movimientos más recientes del dólar también apuntan a una nueva etapa en la contracción crediticia que afecta a Estados Unidos. El declive del dólar podría acelerar el desmoronamiento de los grandes desequilibrios comerciales que se han acumulado en la economía global en los últimos años, una situación en la que EE.UU. gasta más de lo que ahorra y otros países financian la diferencia. La pregunta en la mente de muchos inversionistas es si ese proceso será tranquilo y ordenado o abrupto y doloroso. Hasta el momento, la evidencia sugiere una transición benigna, pero eso podría cambiar.
Los inversionistas dicen que es especialmente importante observar si la debilidad del dólar comienza a impulsar declives en otras áreas, como las acciones y los bonos. La reciente confluencia de los altos precios del petróleo y descenso del dólar es una señal preocupante, agregan. Ayer, sin ir más lejos, el oro superó brevemente la barrera de los US$ 1000 la onza y el petróleo alcanzó los US$ 110,33 el barril en Nueva York. Los inversionistas acumulan oro y petróleo a medida que su valor, denominado en dólares, sube y la moneda cae.
El alza del petróleo y el oro, entre otras materias primas, coincide con una avalancha de noticias negativas sobre la economía estadounidense, incluyendo pérdidas de empleos y una profundización de la crisis inmobiliaria y la contracción crediticia.
Un 70% de los 51 economistas que participaron en la más reciente encuesta realizada por WSJ.com, la página Web de The Wall Street Journal, piensan que EE.UU. ya se encuentra en una recesión.
Siga leyendo el artículo The Wall Street Journal, en el diario La Nación de Buenos Aires
Los movimientos más recientes del dólar también apuntan a una nueva etapa en la contracción crediticia que afecta a Estados Unidos. El declive del dólar podría acelerar el desmoronamiento de los grandes desequilibrios comerciales que se han acumulado en la economía global en los últimos años, una situación en la que EE.UU. gasta más de lo que ahorra y otros países financian la diferencia. La pregunta en la mente de muchos inversionistas es si ese proceso será tranquilo y ordenado o abrupto y doloroso. Hasta el momento, la evidencia sugiere una transición benigna, pero eso podría cambiar.
Los inversionistas dicen que es especialmente importante observar si la debilidad del dólar comienza a impulsar declives en otras áreas, como las acciones y los bonos. La reciente confluencia de los altos precios del petróleo y descenso del dólar es una señal preocupante, agregan. Ayer, sin ir más lejos, el oro superó brevemente la barrera de los US$ 1000 la onza y el petróleo alcanzó los US$ 110,33 el barril en Nueva York. Los inversionistas acumulan oro y petróleo a medida que su valor, denominado en dólares, sube y la moneda cae.
El alza del petróleo y el oro, entre otras materias primas, coincide con una avalancha de noticias negativas sobre la economía estadounidense, incluyendo pérdidas de empleos y una profundización de la crisis inmobiliaria y la contracción crediticia.
Un 70% de los 51 economistas que participaron en la más reciente encuesta realizada por WSJ.com, la página Web de The Wall Street Journal, piensan que EE.UU. ya se encuentra en una recesión.
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