Tras el acuerdo alcanzado en Doha por los líderes políticos libaneses, una pregunta recorre todos los círculos del país: ¿Por qué el Gobierno adoptó dos decretos dirigidos contra Hizbulá a sabiendas de que podía desencadenar la respuesta que finalmente tuvo lugar: seis días de combates con 65 muertos y una brecha sectaria que amenaza con derivar en una guerra entre los suníes y chiíes?
Muchos analistas libaneses apuntan a las injerencias extranjeras como origen de los decretos del Ejecutivo y también de la crisis global que padece el 'país de los cedros'.
"La explicación más plausible es que el Gobierno se sintiese presionado por sus aliados árabes y occidentales para tomar alguna acción contra Hizbulá. Después de todo, el Estado está comprometido con varias resoluciones de la ONU que implican acciones graduales para el desarme de las milicias", explica el politólogo Paul Salem, responsable del Centro Carnegie de Beirut.
Para Marc Sirois, director ejecutivo del diario 'Daily Star', "lo que ha pasado en el Líbano es similar a lo que pasó en Gaza. Al no ser capaces de obligar a israelíes o palestinos a comportarse durante todos estos años, los americanos fuerzan que pasen este tipo de cosas, empujando a la gente a la desestabilización".
En la prensa árabe pueden leerse muchos análisis que comparan la situación libanesa con la palestina de hace más de dos años. La victoria de Hamas, un movimiento suní respaldado por Siria y Teherán, en el proceso democrático impulsado por EEUU supuso un grave revés para Washington.
La respuesta estadounidense —y con ello, occidental— fue 'ahogar' al vencedor con un cerco internacional, pero tras constatar que eso no lograba hundir a la facción islamista asumió una estrategia más agresiva: armar y financiar a Al Fatah, la organización palestina rival aliada de Occidente, para que derrocase a Hamas por la fuerza en una guerra civil que tampoco tuvo el resultado esperado, dado que los islamistas ganaron tomando 'de facto' el control absoluto de Gaza.
La guerra interpalestina formó parte del conflicto —por el momento político— que libra EEUU contra Irán, y lo mismo se teme que esté ocurriendo con el Líbano. "Iran envía armas a Hizbulá y EEUU envía abiertamente armas y material al Ejército libanés, aunque no las necesarias para que se defienda de un ataque de Israel. Intencionalmente o no, están haciendo lo que hicieron en Palestina, provocando una guerra civil", puntualiza Sirois, un canadiense afincado en Beirut desde hace 12 años.
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"La explicación más plausible es que el Gobierno se sintiese presionado por sus aliados árabes y occidentales para tomar alguna acción contra Hizbulá. Después de todo, el Estado está comprometido con varias resoluciones de la ONU que implican acciones graduales para el desarme de las milicias", explica el politólogo Paul Salem, responsable del Centro Carnegie de Beirut.
Para Marc Sirois, director ejecutivo del diario 'Daily Star', "lo que ha pasado en el Líbano es similar a lo que pasó en Gaza. Al no ser capaces de obligar a israelíes o palestinos a comportarse durante todos estos años, los americanos fuerzan que pasen este tipo de cosas, empujando a la gente a la desestabilización".
En la prensa árabe pueden leerse muchos análisis que comparan la situación libanesa con la palestina de hace más de dos años. La victoria de Hamas, un movimiento suní respaldado por Siria y Teherán, en el proceso democrático impulsado por EEUU supuso un grave revés para Washington.
La respuesta estadounidense —y con ello, occidental— fue 'ahogar' al vencedor con un cerco internacional, pero tras constatar que eso no lograba hundir a la facción islamista asumió una estrategia más agresiva: armar y financiar a Al Fatah, la organización palestina rival aliada de Occidente, para que derrocase a Hamas por la fuerza en una guerra civil que tampoco tuvo el resultado esperado, dado que los islamistas ganaron tomando 'de facto' el control absoluto de Gaza.
La guerra interpalestina formó parte del conflicto —por el momento político— que libra EEUU contra Irán, y lo mismo se teme que esté ocurriendo con el Líbano. "Iran envía armas a Hizbulá y EEUU envía abiertamente armas y material al Ejército libanés, aunque no las necesarias para que se defienda de un ataque de Israel. Intencionalmente o no, están haciendo lo que hicieron en Palestina, provocando una guerra civil", puntualiza Sirois, un canadiense afincado en Beirut desde hace 12 años.
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