La oposición boliviana redobló el sábado sus ataques contra el izquierdista presidente Evo Morales acusándolo de totalitario y de llevar al país a la desintegración, un día antes de que el departamento más rico de la nación celebre un referendo de autonomía. Santa Cruz, enclavada en la fértil llanura en el oriente de Bolivia, previsiblemente aprobará el domingo un estatuto que le dará competencias reservadas al Estado nacional en educación, seguridad, justicia y economía, en un desafío al plan del Gobierno de "refundar" el país con una nueva Constitución
socialista.
El referendo, al que están convocados unos 900.000 cruceños, marcará un punto de inflexión en la crisis política en la nación más pobre de Sudamérica, dividida entre los sectores ricos de los departamentos orientales que son el motor económico, y los indígenas casi en la miseria seguidores de Morales que se agolpan en las sierras occidentales. "Si el Gobierno no cambia su rumbo, cada vez vamos a tener un Gobierno más aislado, más encerrado en sí mismo", dijo a periodistas el presidente del Senado, el opositor Oscar Ortiz Antelo. "Si el presidente no acepta la fortaleza que tienen la demanda de las autonomías departamentales (...) va a pasar que el estado boliviano se va fracturando y fragmentando", agregó.
En tanto, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, uno de los líderes del proyecto autonomista, pidió a Morales que impulse un pacto nacional para reformar la constitución que impulsa La Paz, la cual da más poder a la mayoría indígena y otorga marco legal a la política oficial de nacionalización de los recursos naturales. "Mañana (domingo) es parte de una refundación de lo que llamamos una nueva Bolivia", expresó Costas, quien afirmó que el Gobierno buscar implantar una suerte de "comunismo" económico en el país. Morales, que llamó a sus seguidores cruceños a abstenerse, calificó al referendo de ilegal y separatista, en tanto que la justicia electoral nacional informó que carece de validez. Como Santa Cruz, otros tres departamentos orientales gobernados por la oposición convocarán en los próximos meses a referendos de autonomía. Analistas creen que la consulta no busca escindir a Bolivia, sino fortalecer a los cruceños de cara a una negociación con el Gobierno, especialmente para evitar que una reforma agraria impulsada por Morales implique la pérdida de decenas de miles de hectáreas a sus latifundistas.
socialista.
El referendo, al que están convocados unos 900.000 cruceños, marcará un punto de inflexión en la crisis política en la nación más pobre de Sudamérica, dividida entre los sectores ricos de los departamentos orientales que son el motor económico, y los indígenas casi en la miseria seguidores de Morales que se agolpan en las sierras occidentales. "Si el Gobierno no cambia su rumbo, cada vez vamos a tener un Gobierno más aislado, más encerrado en sí mismo", dijo a periodistas el presidente del Senado, el opositor Oscar Ortiz Antelo. "Si el presidente no acepta la fortaleza que tienen la demanda de las autonomías departamentales (...) va a pasar que el estado boliviano se va fracturando y fragmentando", agregó.
En tanto, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, uno de los líderes del proyecto autonomista, pidió a Morales que impulse un pacto nacional para reformar la constitución que impulsa La Paz, la cual da más poder a la mayoría indígena y otorga marco legal a la política oficial de nacionalización de los recursos naturales. "Mañana (domingo) es parte de una refundación de lo que llamamos una nueva Bolivia", expresó Costas, quien afirmó que el Gobierno buscar implantar una suerte de "comunismo" económico en el país. Morales, que llamó a sus seguidores cruceños a abstenerse, calificó al referendo de ilegal y separatista, en tanto que la justicia electoral nacional informó que carece de validez. Como Santa Cruz, otros tres departamentos orientales gobernados por la oposición convocarán en los próximos meses a referendos de autonomía. Analistas creen que la consulta no busca escindir a Bolivia, sino fortalecer a los cruceños de cara a una negociación con el Gobierno, especialmente para evitar que una reforma agraria impulsada por Morales implique la pérdida de decenas de miles de hectáreas a sus latifundistas.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario