Su nombre comenzó a sonar con fuerza tras pronunciar un elogiado discurso en la convención demócrata de 2004. Comenzó la carrera bien, pero no era el gran favorito. Dueño de un carisma que gana corazones, con mundo, graduado en las mejores universidades de EE.UU., pero con algunos puntos débiles, como su breve experiencia política. Dejando a rivales de gran peso en el camino, Barack Obama comienza a saborear su primera meta: ser el abanderado demócrata para las presidenciales estadounidenses de noviembre.
Algunos lo llamaron "la gran esperanza blanca", por encarnar el sueño de reconciliación en un país con divisiones raciales, y su nombre comenzó a sonar tras la convención nacional del Partido Demócrata en Boston, en 2004, recuerda EFE. Fue allí donde pronunció el discurso central en el que instó a cerrar las heridas raciales abiertas en el país. "No hay un EE.UU. blanco y un EE.UU. negro, sino los Estados Unidos de América", dijo entonces.
Con su llamado a tener valor y esperanza hizo levantarse de las sillas a los miembros del partido. Y ese mismo año consiguió saltar al Senado con dos tercios de los votos, convirtiéndose en el único afroamericano del Senado, y el quinto en la historia del país.
El senador por Illinois de 46 años es hijo de Barack Obama Sr., un economista keniano educado en Harvard, y de Ann Dunham, una mujer blanca de Wichita (Kansas, estado incrustado en el corazón de EE.UU.).
Nacido en Honolulú (Hawai), y criado entre EE.UU. e Indonesia, conoce tanto los sofisticados pasillos del poder y el privilegio, como los barrios más pobres de EE.UU.
Entró a la Universidad de Columbia donde estudió Ciencias Políticas, con una especialización en Relaciones Internacionales. Años después estudió derecho en la Universidad de Harvard. Allí, Obama fue elegido presidente de la Harvard Law Review (la revista de derecho editada por los estudiantes), el primero de raza negra.
Siga leyendo el artículo del diario El Mercurio de Santiago
Algunos lo llamaron "la gran esperanza blanca", por encarnar el sueño de reconciliación en un país con divisiones raciales, y su nombre comenzó a sonar tras la convención nacional del Partido Demócrata en Boston, en 2004, recuerda EFE. Fue allí donde pronunció el discurso central en el que instó a cerrar las heridas raciales abiertas en el país. "No hay un EE.UU. blanco y un EE.UU. negro, sino los Estados Unidos de América", dijo entonces.
Con su llamado a tener valor y esperanza hizo levantarse de las sillas a los miembros del partido. Y ese mismo año consiguió saltar al Senado con dos tercios de los votos, convirtiéndose en el único afroamericano del Senado, y el quinto en la historia del país.
El senador por Illinois de 46 años es hijo de Barack Obama Sr., un economista keniano educado en Harvard, y de Ann Dunham, una mujer blanca de Wichita (Kansas, estado incrustado en el corazón de EE.UU.).
Nacido en Honolulú (Hawai), y criado entre EE.UU. e Indonesia, conoce tanto los sofisticados pasillos del poder y el privilegio, como los barrios más pobres de EE.UU.
Entró a la Universidad de Columbia donde estudió Ciencias Políticas, con una especialización en Relaciones Internacionales. Años después estudió derecho en la Universidad de Harvard. Allí, Obama fue elegido presidente de la Harvard Law Review (la revista de derecho editada por los estudiantes), el primero de raza negra.
Siga leyendo el artículo del diario El Mercurio de Santiago
No hay comentarios.:
Publicar un comentario