Se respiró ayer un clima tenso en Olivos. El ex presidente Néstor Kirchner recibió a funcionarios, a diputados y a senadores en la residencia presidencial y les impartió al orden clara y tajante de que en el Congreso "no deben tocar ni una coma" de las retenciones móviles, cuya ratificación remitió la Casa Rosada hace diez días para que sea refrendada por ley. De las tratativas, que se produjeron a la tarde, participaron la presidenta Cristina Kirchner; el jefe del Gabinete, Alberto Fernández; el secretario legal y Técnico, Carlos Zannini, y el núcleo duro del kirchnerismo en el Congreso.
Al caer la noche, Kirchner se puso al frente de esa gestión, pero ahora en forma pública. Les reclamó a los legisladores, en un acto con el gremio bancario, que "tengan coraje, pónganla, jueguen con fuerza", dijo (como se informa por separado).
En muchos despachos oficiales se percibía el nerviosismo porque, en la Cámara de Diputados, Kirchner no logra "los números de votos necesarios". "Kirchner camina por las paredes. No dan los números", señaló un funcionario a LA NACION. El presidente del PJ y su esposa defienden la suba de retenciones del 11 de marzo frente a un creciente ánimo en el Gobierno que desearía terminar cuanto antes el conflicto. En Diputados, las comisiones de Agricultura y Presupuesto continuarán hoy el debate del proyecto oficial. La secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, expondrá sobre el daño en los suelos que produce la soja.
El lunes o martes próximo se reunirá el bloque del Frente para la Victoria, kirchnerista, para unificar una postura. Las comisiones emitirán un dictamen al día siguiente, pero aún no se sabe si se debatirá en el recinto la semana próxima o la otra. Para lograr el anhelado consenso, Kirchner sólo permitirá que se sancionen leyes complementarias para mejorar el sistema de reintegros y subsidios para los pequeños y medianos productores rurales. Sin embargo, estas soluciones a medias no conforman al sector agropecuario por la desconfianza en los trámites burocráticos.
Mediante la resolución 125 del 11 de marzo, que los Kirchner procuran ratificar en el Congreso, todos los productores de soja pagan hoy el 47% de retenciones, de acuerdo con el actual precio internacional del producto. Ese es el nudo del conflicto rural.
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Al caer la noche, Kirchner se puso al frente de esa gestión, pero ahora en forma pública. Les reclamó a los legisladores, en un acto con el gremio bancario, que "tengan coraje, pónganla, jueguen con fuerza", dijo (como se informa por separado).
En muchos despachos oficiales se percibía el nerviosismo porque, en la Cámara de Diputados, Kirchner no logra "los números de votos necesarios". "Kirchner camina por las paredes. No dan los números", señaló un funcionario a LA NACION. El presidente del PJ y su esposa defienden la suba de retenciones del 11 de marzo frente a un creciente ánimo en el Gobierno que desearía terminar cuanto antes el conflicto. En Diputados, las comisiones de Agricultura y Presupuesto continuarán hoy el debate del proyecto oficial. La secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, expondrá sobre el daño en los suelos que produce la soja.
El lunes o martes próximo se reunirá el bloque del Frente para la Victoria, kirchnerista, para unificar una postura. Las comisiones emitirán un dictamen al día siguiente, pero aún no se sabe si se debatirá en el recinto la semana próxima o la otra. Para lograr el anhelado consenso, Kirchner sólo permitirá que se sancionen leyes complementarias para mejorar el sistema de reintegros y subsidios para los pequeños y medianos productores rurales. Sin embargo, estas soluciones a medias no conforman al sector agropecuario por la desconfianza en los trámites burocráticos.
Mediante la resolución 125 del 11 de marzo, que los Kirchner procuran ratificar en el Congreso, todos los productores de soja pagan hoy el 47% de retenciones, de acuerdo con el actual precio internacional del producto. Ese es el nudo del conflicto rural.
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