La tarea de Joe Biden era atacar. La de Sarah Palin era atacar, conectarse y mantener su guión populista. Aunque ambos candidatos a la vicepresidencia tuvieron éxito el jueves en el único debate que tendrán en la campaña, para Palin había mucho más en juego, pero los criterios eran mucho menos estrictos. De modo que, en la competencia de expectativas bajas, ella fue la que ganó.

La gobernadora de Alaska, ahora en su primer término, por lo menos superó las respuestas vagas y sin sentido de sus entrevistas anteriores con Katie Couric y Charlie Gibson, y las caricaturas de Saturday Night Live y ese tipo de programas.
Ya con sus primeras palabras y aparentemente llena de confianza, Palin intentó desde el primer momento establecer contacto con votantes cuya confianza en ella estaba menguando. Llenó su discurso de frases muy folclóricas, tales como "Dios los bendiga'', y "así se habla''. ¿Y quién necesita encuestas, insinuó ella, cuando hay juegos de fútbol a los que asisten los padres. "Apuesto a que van a detectar algún miedo en las voces de los padres'', dijo Palin.
Defendió al candidato republicano John McCain de la letanía de críticas, y reprendió a Biden por su historial en el Congreso y el del candidato demócrata Barack Obama.
Pero su comparecencia no fue perfecta.
Algunas veces, Palin pareció titubear en temas menos familiares. Cuando el debate no iba siquiera por la mitad, le preguntaron algo sobre hipotecas de alto riesgo, pero ella volvió al tema de la energía, con el que obviamente se sentía más cómoda, y se sabía sus líneas. Parecía algo sin sentido.
"Yo quiero hablar de nuevo sobre mi historial de energía versus el plan suyo de energía'', dijo ella. "Creo que es importante regresar a aquel plan energético por el que se votó en el 2005. Cuando hablamos de energía, hay que tener en cuenta la necesidad de hacer todo lo posible para que este país pueda ser independiente en el campo energético''. Ella se refirió dos veces al general al mando de las tropas de EEUU en Afganistán como ‘‘general McClellan''. En realidad, el nombre del general es David McKiernan y, como dijo Biden, él hizo un llamado esta semana a Estados Unidos y sus aliados a enviar más tropas "tan pronto como sea posible'' a Afganistán y advirtió que la guerra en ese lugar podría empeorar antes de resolverse.
Siga leyendo el artículo del diario El Nuevo Herald de Miami

La gobernadora de Alaska, ahora en su primer término, por lo menos superó las respuestas vagas y sin sentido de sus entrevistas anteriores con Katie Couric y Charlie Gibson, y las caricaturas de Saturday Night Live y ese tipo de programas.
Ya con sus primeras palabras y aparentemente llena de confianza, Palin intentó desde el primer momento establecer contacto con votantes cuya confianza en ella estaba menguando. Llenó su discurso de frases muy folclóricas, tales como "Dios los bendiga'', y "así se habla''. ¿Y quién necesita encuestas, insinuó ella, cuando hay juegos de fútbol a los que asisten los padres. "Apuesto a que van a detectar algún miedo en las voces de los padres'', dijo Palin.
Defendió al candidato republicano John McCain de la letanía de críticas, y reprendió a Biden por su historial en el Congreso y el del candidato demócrata Barack Obama.
Pero su comparecencia no fue perfecta.
Algunas veces, Palin pareció titubear en temas menos familiares. Cuando el debate no iba siquiera por la mitad, le preguntaron algo sobre hipotecas de alto riesgo, pero ella volvió al tema de la energía, con el que obviamente se sentía más cómoda, y se sabía sus líneas. Parecía algo sin sentido.
"Yo quiero hablar de nuevo sobre mi historial de energía versus el plan suyo de energía'', dijo ella. "Creo que es importante regresar a aquel plan energético por el que se votó en el 2005. Cuando hablamos de energía, hay que tener en cuenta la necesidad de hacer todo lo posible para que este país pueda ser independiente en el campo energético''. Ella se refirió dos veces al general al mando de las tropas de EEUU en Afganistán como ‘‘general McClellan''. En realidad, el nombre del general es David McKiernan y, como dijo Biden, él hizo un llamado esta semana a Estados Unidos y sus aliados a enviar más tropas "tan pronto como sea posible'' a Afganistán y advirtió que la guerra en ese lugar podría empeorar antes de resolverse.
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