Admite suma de equivocaciones y exageraciones en una crisis de la que salió perdiendo el país. Dijo que políticos de otros países competidores del Perú buscaron imponer sus ideas. Afirma que las comunidades amazónicas creyeron en agitadores y demagogos. Denuncia que detrás de los indígenas hubo gente criminal y cruel dispuesta a matar. Pide públicamente al Congreso aprobar nuevas normas para proteger la Amazonía. Insiste en no perder de vista el objetivo de salvar al Perú de la crisis financiera internacional
Finalmente habló. A las 10 de la noche de ayer, el presidente Alan García pronunció un mensaje a la nación, en el que a lo largo de nueve minutos reconoció que se cometió “una sucesión de errores y exageraciones” en el caso de Bagua, como el que no se haya consultado el Decreto Legislativo 1090 con los jefes de las comunidades nativas.
A pesar del esperado reconocimiento, García dijo que “agitadores y politiqueros” convencieron a los nativos de que dicho decreto los afectaría y que “enemigos y políticos de otros países competidores del Perú” se aprovecharon de las muertes de policías y nativos para destruir la imagen de nuestra patria.
Asimismo, el jefe de Estado respaldó la decisión del primer ministro, Yehude Simon, de proponer la derogación de la ley y de comenzar un nuevo diálogo a favor del desarrollo de la selva.
“Es mejor una rectificación valerosa que una torpe obstinación por ver quién gana. Sé que el Parlamento así lo comprenderá y yo se lo pido públicamente”, señaló, luego de que los legisladores apristas mostraran su desacuerdo con el accionar de Simon.
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Finalmente habló. A las 10 de la noche de ayer, el presidente Alan García pronunció un mensaje a la nación, en el que a lo largo de nueve minutos reconoció que se cometió “una sucesión de errores y exageraciones” en el caso de Bagua, como el que no se haya consultado el Decreto Legislativo 1090 con los jefes de las comunidades nativas.
A pesar del esperado reconocimiento, García dijo que “agitadores y politiqueros” convencieron a los nativos de que dicho decreto los afectaría y que “enemigos y políticos de otros países competidores del Perú” se aprovecharon de las muertes de policías y nativos para destruir la imagen de nuestra patria.
Asimismo, el jefe de Estado respaldó la decisión del primer ministro, Yehude Simon, de proponer la derogación de la ley y de comenzar un nuevo diálogo a favor del desarrollo de la selva.
“Es mejor una rectificación valerosa que una torpe obstinación por ver quién gana. Sé que el Parlamento así lo comprenderá y yo se lo pido públicamente”, señaló, luego de que los legisladores apristas mostraran su desacuerdo con el accionar de Simon.
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