Antes de estallar o de estrellarse en aguas del océano Atlántico, el Airbus 330 de Air France cayó en picada desde 9000 metros de altura, según indican los mensajes automáticos enviados por el sistema Acars a bordo del avión que se precipitó al mar el lunes, con 228 personas a bordo.
Ese escenario, anticipado por expertos y publicaciones especializadas, recién podrá ser confirmado cuando los técnicos de la Oficina de Investigaciones de Accidentes (BEA) francesa analicen todas las informaciones provenientes de los restos del avión, que comenzaron a ser recuperados ayer cerca del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha.
Anoche, los investigadores contemplaban también la posibilidad de que el avión se haya partido mientras atravesaba una violenta tormenta. La serie de fallas que derivaron en el colapso total de los sistemas del avión sugieren, según un experto con acceso a la investigación, que el avión pudo sufrir una fractura en pleno vuelo.
Antes de esa sucesión de desperfectos, el piloto envió una señal manual para informar que estaba atravesando una zona con condiciones climáticas muy adversas: el avión volaba a través de una zona de las denominadas "CBs", nubes cumulonombus negras y cargadas de electricidad, acompañadas de rayos y vientos de gran intensidad. Poco después ocurre una cadena de fallas que selló la suerte del vuelo.
Los indicios dejados por los mensajes automáticos enviados por el Airbus 330 a la central de Air France en un lapso de cuatro minutos -seguramente antes de que el aparato se desintegrara en el agua o en el aire- han llevado a los especialistas a sacar sus propias conclusiones.
La revista online de aeronáutica Aviation Herald , por ejemplo, afirma que el último de una decena de mensajes automáticos que fueron anunciando el derrumbe sucesivo de los sistemas de la aeronave lanzó una alarma de velocidad vertical. Es decir, de caída libre. Ese mensaje fue recibido a las 23.14 (hora argentina), según la publicación.
Las autoridades de Air France, por el contrario, han afirmado que el sistema Acars envió sólo dos mensajes a tierra: la última de esas comunicaciones habría advertido, a las 23.14, sobre la existencia de una despresurización y una avería eléctrica generalizada.
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Ese escenario, anticipado por expertos y publicaciones especializadas, recién podrá ser confirmado cuando los técnicos de la Oficina de Investigaciones de Accidentes (BEA) francesa analicen todas las informaciones provenientes de los restos del avión, que comenzaron a ser recuperados ayer cerca del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha.
Anoche, los investigadores contemplaban también la posibilidad de que el avión se haya partido mientras atravesaba una violenta tormenta. La serie de fallas que derivaron en el colapso total de los sistemas del avión sugieren, según un experto con acceso a la investigación, que el avión pudo sufrir una fractura en pleno vuelo.
Antes de esa sucesión de desperfectos, el piloto envió una señal manual para informar que estaba atravesando una zona con condiciones climáticas muy adversas: el avión volaba a través de una zona de las denominadas "CBs", nubes cumulonombus negras y cargadas de electricidad, acompañadas de rayos y vientos de gran intensidad. Poco después ocurre una cadena de fallas que selló la suerte del vuelo.
Los indicios dejados por los mensajes automáticos enviados por el Airbus 330 a la central de Air France en un lapso de cuatro minutos -seguramente antes de que el aparato se desintegrara en el agua o en el aire- han llevado a los especialistas a sacar sus propias conclusiones.
La revista online de aeronáutica Aviation Herald , por ejemplo, afirma que el último de una decena de mensajes automáticos que fueron anunciando el derrumbe sucesivo de los sistemas de la aeronave lanzó una alarma de velocidad vertical. Es decir, de caída libre. Ese mensaje fue recibido a las 23.14 (hora argentina), según la publicación.
Las autoridades de Air France, por el contrario, han afirmado que el sistema Acars envió sólo dos mensajes a tierra: la última de esas comunicaciones habría advertido, a las 23.14, sobre la existencia de una despresurización y una avería eléctrica generalizada.
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