Después de que Brasil y Francia indicaran que no existen dudas de que las partes halladas ayer en el océano Atlántico pertenecen a la aeronave de Air France, ambos países continuaban desempeñando sus mayores esfuerzos en esa zona para intentar echar un poco de luz a la misteriosa desaparición del avión.
Desde París aseguraron que "ya no hay dudas" de que los restos encontrados son del Airbus 330 que volaba entre Rio y París con 228 personas a bordo. "Incluso si falta una confirmación formal recuperando alguno de los restos y efectuando un análisis técnico, ya no hay dudas" de que se trata del A330 de Air France, afirmó el capitán de navío Christophe Prazuck, vocero del estado mayor conjunto francés.
Según informó el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, los restos del avión se encuentran en dos áreas separadas por 60 kilómetros de distancia, en pleno océano, a unos 650 kilómetros del archipiélago brasileño Fernando de Noronha. Los pilotos avistaron numerosos objetos flotantes, pero no percibieron ningún signo de vida.
En las próximas horas, buques civiles y militares enviados por Francia, Brasil y Estados Unidos llegarán a la zona en la que flotaban "pequeños objetos blancos, una boya naranja, un recipiente" y "hasta un asiento", además de manchas de combustible, según informó ayer el coronel Jorge Amaral, vocero de la Fuerza Aérea de Brasil.
En tanto, dado que las profundidades del mar varían de forma drástica en las zonas como en la que se descubrieron los restos, el gobierno francés despachó un barco con submarinos automáticos que pueden bajar hasta 6000 metros de profundidad.
La llegada de esas naves a lo que sería la zona de la tragedia permitirá examinar los primeros indicios capaces de explicar la misteriosa desaparición del vuelo 447 de Air France, ocurrida en la madrugada del lunes cuando cubría el trayecto Río de Janeiro-París.
La zona. Los operativos se realizan en pleno océano Atlántico, en la llamada "zona de convergencia tropical", donde entran en colisión las poderosas masas de aire de los hemisferios norte y sur, que producen fuertes tormentas o vientos de extrema violencia.
Ese sitio está encima de la dorsal Medioatlántica, una cadena de montañas -equivalente a la cordillera de los Andes- que se encuentra en el fondo del Atlántico. Tratar de hallar elementos en ese fondo marino extremadamente abrupto, de hasta 6000 metros de profundidad, "será muy difícil", advierten las autoridades francesas.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
Desde París aseguraron que "ya no hay dudas" de que los restos encontrados son del Airbus 330 que volaba entre Rio y París con 228 personas a bordo. "Incluso si falta una confirmación formal recuperando alguno de los restos y efectuando un análisis técnico, ya no hay dudas" de que se trata del A330 de Air France, afirmó el capitán de navío Christophe Prazuck, vocero del estado mayor conjunto francés.
Según informó el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, los restos del avión se encuentran en dos áreas separadas por 60 kilómetros de distancia, en pleno océano, a unos 650 kilómetros del archipiélago brasileño Fernando de Noronha. Los pilotos avistaron numerosos objetos flotantes, pero no percibieron ningún signo de vida.
En las próximas horas, buques civiles y militares enviados por Francia, Brasil y Estados Unidos llegarán a la zona en la que flotaban "pequeños objetos blancos, una boya naranja, un recipiente" y "hasta un asiento", además de manchas de combustible, según informó ayer el coronel Jorge Amaral, vocero de la Fuerza Aérea de Brasil.
En tanto, dado que las profundidades del mar varían de forma drástica en las zonas como en la que se descubrieron los restos, el gobierno francés despachó un barco con submarinos automáticos que pueden bajar hasta 6000 metros de profundidad.
La llegada de esas naves a lo que sería la zona de la tragedia permitirá examinar los primeros indicios capaces de explicar la misteriosa desaparición del vuelo 447 de Air France, ocurrida en la madrugada del lunes cuando cubría el trayecto Río de Janeiro-París.
La zona. Los operativos se realizan en pleno océano Atlántico, en la llamada "zona de convergencia tropical", donde entran en colisión las poderosas masas de aire de los hemisferios norte y sur, que producen fuertes tormentas o vientos de extrema violencia.
Ese sitio está encima de la dorsal Medioatlántica, una cadena de montañas -equivalente a la cordillera de los Andes- que se encuentra en el fondo del Atlántico. Tratar de hallar elementos en ese fondo marino extremadamente abrupto, de hasta 6000 metros de profundidad, "será muy difícil", advierten las autoridades francesas.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
No hay comentarios.:
Publicar un comentario