El general cuya negativa a cooperar en la celebración de un plebiscito preparó el terreno para la expulsión del presidente de Honduras dijo que no se proponía dar un golpe de Estado y que su objetivo era defender la Constitución.
"Me siento mal sobre lo ocurrido´´, dijo el general Romeo Vásquez. "Hice todo lo posible por aconsejar al presidente que buscara una salida legal a esta situación. No había ninguna. Nadie está por encima de la ley."
El presidente Manuel Zelaya fue separado por la fuerza de su cargo el domingo pasado cuando la Corte Suprema, las fuerzas armadas y el ministro de Justicia determinaron que estaba a punto de cometer traición, dijo Vásquez. Los tribunales establecieron que el referéndum propuesto por el presidente para ese domingo, en el que se consultaría a los votantes sobre la creación de una Asamblea Constituyente para modificar la Carta Magna, era ilegal. Zelaya prometió que impugnaría la decisión de los tribunales y ordenó a las fuerzas armadas que se ocuparan de organizar el referéndum.
Cuando Vásquez informó a Zelaya que en las filas militares había preocupación sobre hacer algo ilegal, el presidente lo destituyó. Los militares consultaron a abogados castrenses, al colegio de abogados, a la Corte y a líderes políticos en busca de opiniones jurídicas, afirmó Vásquez.
"No le dije que me negaba a hacerlo" dijo Vásquez. "Fui a verlo con los jefes militares y le dijimos que estábamos listos, pero que había un problema porque se trataba de algo ilegal. Pregunté si tenía algún abogado con una interpretación diferente."
Zelaya despidió a Vásquez, y todos los oficiales que estaban en la sala, entre ellos el ministro de Defensa, renunciaron. Cuando los tribunales ordenaron a Zelaya que reintegrara al general en el cargo, Zelaya se negó.
El sábado por la noche, dijo Vásquez, lo llamaron a otra reunión, donde se enteró de que el presidente planeaba crear una Constituyente. Eso, afirmó Vásquez, habría sido "un acto de traición". El general dijo que supervisó una misión para confiscar las boletas y capturar al presidente. Zelaya fue enviado a Costa Rica.
"Zelaya es un jefe excelente. Es una buena persona. Yo traté de establecer una amistad con él, pero la amistad termina donde empieza el deber", dijo Vásquez. "Tuvimos que sacarlo de la zona para evitar cosas peores. Consideramos que si se hubiera quedado en el cargo, habría habido derramamiento de sangre." "Ya estaba actuando por encima de la ley´´, añadió Vásquez.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
"Me siento mal sobre lo ocurrido´´, dijo el general Romeo Vásquez. "Hice todo lo posible por aconsejar al presidente que buscara una salida legal a esta situación. No había ninguna. Nadie está por encima de la ley."
El presidente Manuel Zelaya fue separado por la fuerza de su cargo el domingo pasado cuando la Corte Suprema, las fuerzas armadas y el ministro de Justicia determinaron que estaba a punto de cometer traición, dijo Vásquez. Los tribunales establecieron que el referéndum propuesto por el presidente para ese domingo, en el que se consultaría a los votantes sobre la creación de una Asamblea Constituyente para modificar la Carta Magna, era ilegal. Zelaya prometió que impugnaría la decisión de los tribunales y ordenó a las fuerzas armadas que se ocuparan de organizar el referéndum.
Cuando Vásquez informó a Zelaya que en las filas militares había preocupación sobre hacer algo ilegal, el presidente lo destituyó. Los militares consultaron a abogados castrenses, al colegio de abogados, a la Corte y a líderes políticos en busca de opiniones jurídicas, afirmó Vásquez.
"No le dije que me negaba a hacerlo" dijo Vásquez. "Fui a verlo con los jefes militares y le dijimos que estábamos listos, pero que había un problema porque se trataba de algo ilegal. Pregunté si tenía algún abogado con una interpretación diferente."
Zelaya despidió a Vásquez, y todos los oficiales que estaban en la sala, entre ellos el ministro de Defensa, renunciaron. Cuando los tribunales ordenaron a Zelaya que reintegrara al general en el cargo, Zelaya se negó.
El sábado por la noche, dijo Vásquez, lo llamaron a otra reunión, donde se enteró de que el presidente planeaba crear una Constituyente. Eso, afirmó Vásquez, habría sido "un acto de traición". El general dijo que supervisó una misión para confiscar las boletas y capturar al presidente. Zelaya fue enviado a Costa Rica.
"Zelaya es un jefe excelente. Es una buena persona. Yo traté de establecer una amistad con él, pero la amistad termina donde empieza el deber", dijo Vásquez. "Tuvimos que sacarlo de la zona para evitar cosas peores. Consideramos que si se hubiera quedado en el cargo, habría habido derramamiento de sangre." "Ya estaba actuando por encima de la ley´´, añadió Vásquez.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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