El depuesto presidente hondureño, Miguel Zelaya, ordenó anoche al Ejército de su país que "no repriman más al pueblo", en una declaración en San Salvador, luego de que un trágico enfrentamiento en el aeropuerto de Tegucigalpa lo obligara a cambiar de destino.

"Una marcha pacífica fue reprimida a balazos (...) Este es un acto criminal, un acto que no puede quedar impune. Los criminales no pueden dirigir un país", aseveró Zelaya, en referencia a los incidentes provocados ayer entre las Fuerzas Armadas hondureñas y un grupo de manifestantes que apoyan el regreso del mandatario derrocado al poder, en el aeropuerto internacional de Toncontin. Como consecuencia, al menos una persona murió, mientras otras resultaron heridas.
"En nombre de Dios, soldados de la patria hondureña, policías, les pido, les suplico y les ordeno: no repriman más al pueblo hondureño", expresó.
Zelaya se expresó así en una conferencia de prensa que brindó en El Salvador junto al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel d´Escoto. También participaron de la rueda de prensa los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner; de Ecuador, Rafael Correa; de Paraguay, Fernando Lugo; y de Paraguay, Mauricio Funes.
Luego, el presidente depuesto expresó frente a los periodistas que asistieron al lugar: "Mejor hubieran esperado que yo llegara y me hubieran agarrado a mí a disparos y no a la gente". Además, acusó a los militares de su país de "estar mintiendo", ya que habían anunciado que lo capturaban si llegaba a Honduras, pero impidieron que lo hiciera.
Respaldo. "Como secretario general de la OEA [Organización de Estados Americanos], estoy dispuesto a seguir con todas las gestiones diplomáticas que correspondan para obtener el objetivo. Nuestro objetivo no es una intervención sino cumplir con las normas que todos los países han adoptado", declaró José Miguel Insulza en la conferencia.
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"Una marcha pacífica fue reprimida a balazos (...) Este es un acto criminal, un acto que no puede quedar impune. Los criminales no pueden dirigir un país", aseveró Zelaya, en referencia a los incidentes provocados ayer entre las Fuerzas Armadas hondureñas y un grupo de manifestantes que apoyan el regreso del mandatario derrocado al poder, en el aeropuerto internacional de Toncontin. Como consecuencia, al menos una persona murió, mientras otras resultaron heridas.
"En nombre de Dios, soldados de la patria hondureña, policías, les pido, les suplico y les ordeno: no repriman más al pueblo hondureño", expresó.
Zelaya se expresó así en una conferencia de prensa que brindó en El Salvador junto al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel d´Escoto. También participaron de la rueda de prensa los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner; de Ecuador, Rafael Correa; de Paraguay, Fernando Lugo; y de Paraguay, Mauricio Funes.
Luego, el presidente depuesto expresó frente a los periodistas que asistieron al lugar: "Mejor hubieran esperado que yo llegara y me hubieran agarrado a mí a disparos y no a la gente". Además, acusó a los militares de su país de "estar mintiendo", ya que habían anunciado que lo capturaban si llegaba a Honduras, pero impidieron que lo hiciera.
Respaldo. "Como secretario general de la OEA [Organización de Estados Americanos], estoy dispuesto a seguir con todas las gestiones diplomáticas que correspondan para obtener el objetivo. Nuestro objetivo no es una intervención sino cumplir con las normas que todos los países han adoptado", declaró José Miguel Insulza en la conferencia.
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