Estados Unidos afirmó que “es hora” de que el gobierno interino de Honduras dialogue con el derrocado Manuel Zelaya y dijo “saludar” los esfuerzos en este sentido de la OEA, que enviará una nueva misión de cancilleres la semana próxima. “Saludamos los esfuerzos de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar de buscar una solución pacífica a esta crisis”, agregó, manifestando la esperanza de Washington de que la delegación que debe partir la semana próxima “logre entrar en el país”, después de la expulsión el fin de semana de altos funcionarios del organismo hemisférico.
La víspera, el gobierno de Roberto Micheletti había anunciado su invitación a la nueva misión de cancilleres de la OEA, que partiría el 7 de octubre a Tegucigalpa. Una delegación de altos funcionarios del organismo debería viajar previamente, este mismo viernes, a preparar los encuentros, según se acordó la víspera en la OEA.
El Departamento de Estado había llamado la pasada noche a Tegucigalpa a levantar “de inmediato” las restricciones a las libertades cívicas y políticas decretadas el fin de semana por Micheletti, quien tras las protestas internacionales adelantó el lunes su intención de derogarlas.
Por otro lado, Crowley respaldó a su embajador ante la OEA, Lewis Amselem, quien la víspera había criticado duramente no sólo al gobierno de Micheletti, sino al propio Zelaya, a quien llamó “irresponsable” por haber regresado a Honduras e instó a dejar de “actuar como una estrella” y promover el diálogo y la paz en el país.
“Durante todo este proceso hemos insistido en que todas las partes tienen que actuar de manera constructiva, evitando el tipo de declaraciones provocadoras o acciones que puedan precipitar la violencia y dificultar la solución de la situación”, señaló hoy Crowley.
En este sentido, agregó, las palabras de Amselem “son totalmente consistentes con nuestra preocupación acerca de que ambas partes deben realizar acciones constructivas, afirmativas, firmar el “Acuerdo de San José” y empezar la transición a un nuevo gobierno que el pueblo de Honduras pueda apoyar”.
Fuente: Diario La Tribuna de Tegucigalpa, Honduras
La víspera, el gobierno de Roberto Micheletti había anunciado su invitación a la nueva misión de cancilleres de la OEA, que partiría el 7 de octubre a Tegucigalpa. Una delegación de altos funcionarios del organismo debería viajar previamente, este mismo viernes, a preparar los encuentros, según se acordó la víspera en la OEA.
El Departamento de Estado había llamado la pasada noche a Tegucigalpa a levantar “de inmediato” las restricciones a las libertades cívicas y políticas decretadas el fin de semana por Micheletti, quien tras las protestas internacionales adelantó el lunes su intención de derogarlas.
Por otro lado, Crowley respaldó a su embajador ante la OEA, Lewis Amselem, quien la víspera había criticado duramente no sólo al gobierno de Micheletti, sino al propio Zelaya, a quien llamó “irresponsable” por haber regresado a Honduras e instó a dejar de “actuar como una estrella” y promover el diálogo y la paz en el país.
“Durante todo este proceso hemos insistido en que todas las partes tienen que actuar de manera constructiva, evitando el tipo de declaraciones provocadoras o acciones que puedan precipitar la violencia y dificultar la solución de la situación”, señaló hoy Crowley.
En este sentido, agregó, las palabras de Amselem “son totalmente consistentes con nuestra preocupación acerca de que ambas partes deben realizar acciones constructivas, afirmativas, firmar el “Acuerdo de San José” y empezar la transición a un nuevo gobierno que el pueblo de Honduras pueda apoyar”.
Fuente: Diario La Tribuna de Tegucigalpa, Honduras
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