A un paso de convertirse en el secretario general de la UNASUR, Néstor Kirchner deberá blanquear en las próximas horas si se toma licencia o está dispuesto a renunciar a su banca de diputado para asumir el cargo internacional que anoche, en el hotel Sofitel, de Cardales acordaron los cancilleres del organismo sudamericano. Siete de los 12 presidentes sudamericanos que confirmaron presencia a Cristina Fernández, deberían aprobarlo hoy en su cumbre, aquí, sin grandes trámites. Hasta el momento Kirchner sólo ha deslizado que vendrá hoy a este lujoso complejo hotelero ubicado en la ciudad de Campana, al norte de Buenos Aires.
Tras horas de debate, fue el ministro Ricardo Patiño, de Ecuador, quien salió a informar la decisión que sin embargo generó un momento de sugestiva confusión, cuando afirmó que Kirchner había sido elegido "en forma unánime". Ello llevó a su colega Luis Almagro a aclarar que su país se había abstenido, tal como habían anunciado: "Uruguay no votó ni vetó". También Taiana describió que la decisión se había tomado de "común acuerdo", aunque remarcó que de "todos los miembros." La diferencia entre unanimidad y consenso podría ser sutil si no hubiera conflictos. Pero en el primer caso significaría que Uruguay dijo "sí", lo que representaría por cierto un duro golpe para el presidente José Mujica sobre quien penden las miradas de la oposición y de la opinión pública de su país, duramente críticas a Kirchner a raíz de su desempeño en el conflicto de las pasteras, y en particular por su apoyo inicial a los cortes fronterizos en Entre Ríos.
Lo cierto que este triunfo para la diplomacia argentina pone fin a meses de trabajo en toda la región. Y traza una elipsis respecto a la propuesta que en agosto de 2008 le trajo a los Kirchner el presidente ecuatoriano Rafael Correa, promotor inicial de la candidatura. Por entonces, el Gobierno creyó que el ex presidente Tabaré Vázquez iba abstenerse pero por el contrario lo castigó. Pese a sus señales en sentido contrario Tabaré convirtió la abstención en un veto por escrito que, claro, congeló la elección del secretario general. Ahora, la abstención reapareció de la mano de Mujica que sólo tuvo para con Cristina gestos de acercamiento.
Pese a que Argentina aún no se pronunciado, Mujica ha deslizado muy claramente, en cada uno de los encuentros que mantuvo con Cristina, como el transporte de gas boliviano por los tubos argentinos hacia Uruguay a bajo costo; y también otro tema crucial -como el dragado del canal Martín García, sobre el Río de la Plata. Una obra de importante magnitud, en la que Uruguay necesita el consentimiento de Argentina pero también recursos con el objetivo de ampliar la profundidad para que barcos de mayor dimensión puedan atravesarlo y utilizarlo en la ampliación de los puertos uruguayos.
Esta cumbre extraordinaria de Unasur, tejida por Cristina y sus aliados de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Paraguay, en diciembre pasado, encontrará a no todos los presidentes del bloque sudamericano. Mientras Lula da Silva llegaba anoche a última hora -sin su canciller Celso Amorim¿, Hugo Chávez estará llegando esta mañana. Pero no será de la partida el colombiano Alvaro Uribe. Anoche Lula hizo saber su posición contra el reconocimiento de Porfirio Lobo como mandatario de Honduras, un tema delicado. Argentina y el Cono Sur acompañan la posición brasileña. Otros temas de la agenda serán el fondo de ayuda Haití, una declaración contra ley migratoria de Arizona, y el conflicto por Malvinas.
Fuente: Diario El Clarín de Buenos Aires
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