El frente de los camisas rojas anunció que ha aceptado que el Senado de Tailandia medie en las negociaciones con el Gobierno para encontrar una salida a una crisis política que ha causado al menos 37 muertos.
Los cabecillas de los camisas rojas adoptaron la decisión tras las conversaciones mantenidas el lunes con representantes gubernamentales y del Senado.
"Hemos acordado celebrar una nueva ronda de conversaciones propuestas por el Senado porque si permitimos que las cosas vayan como van, no sabemos cuantas vidas se perderán", dijo Natawut Saikua, uno de los líderes del frente, en rueda de prensa. Saikua apuntó que "no será correcto poner condiciones al Senado".
Atricherados en el 'cuartel'
La decisión llega cuando los camisas rojas continúan sin abandonar su fortaleza del corazón comercial de Bangkok, a pesar del cerco impuesto por los soldados y de que expiró el plazo dado por el Gobierno de Tailandia para que la desalojasen.
Unos 3.000 partidarios del frente siguen con sus actividades habituales en el interior de la zona capitalina que ocupan desde hace cinco semanas.
Tras las barricadas de neumáticos y empalizadas hechas con cañas de bambú, la atmósfera es bastante diferente a la que se respira en las inmediaciones del campamento, donde desde el pasado jueves, los soldados y camisas rojas han librado enfrentamientos que han causado al menos 37 muertos y casi 270 heridos.
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