Irlanda finalmente acepto el rescate y prepara un duro ajuste

Para terminar la peor semana de su historia después de la guerra civil, Irlanda finalmente pidió oficialmente un rescate o “bail out” al Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo para reestructurar sus bancos y poder sacar al país del filo de la insolvencia. Un acto que probablemente fuerce a renunciar a su primer ministro, Brian Cowen, y su gobierno de coalición, en medio de una bronca creciente en el país y cuando los sindicatos alertan sobre violencia en la calles y llaman a la “desobediencia civil”. Tras una conferencia telefónica, los ministros de Finanzas europeos aprobaron el pedido bajo la ayuda financiera de las facilidades de Estabilidad Fiananciera Europea (EFSF).

El primer ministro informó al país el pedido formal de ayuda y su aprobación anoche, en una conferencia de prensa. Dijo que el plan de tres años servirá para la restructuración de los bancos y que también habrá una reducción del déficit, que alcanza el 32 por ciento del PBI. El impuesto a las empresas no será aumentado y no será parte de la negociación.

Después de interminables conversaciones con la misión del FMI en Dublín ayer, el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, admitió finalmente que él propuso a su gabinete pedir el rescate, que se expresará en un crédito de una cifra aún no establecida finalmente pero que alcanzaría al menos los 80.000 millones de euros.

Una sensación de alivio para que los mercados se calmen con el mensaje y no ataquen a Portugal y España.

Los irlandeses, cuidadosos de su soberanía después de su rebelión anticolonial contra los británicos, quieren que el paquete sea visto como una propuesta irlandesa al FMI y no viceversa. La semántica y las formas para salvar la cara de un gobierno hoy insalvable. El dominical Sunday Independent, con 1 millón de lectores en un país de 4 millones de habitantes, pidió su partida inmediata en la tapa, con la foto de todos ellos y un título mortal: “Ustedes han mentido, ustedes nos han engañado. Por el bien de Irlanda, váyanse ahora”, a pesar de que las elecciones generales son el año próximo.

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