A una semana del estallido del conflicto por la ocupación del Parque Indoamericano, el problema no para de crecer, mientras los Gobiernos de la Nación y la Ciudad se acusan mutuamente de fogonear el conflicto. Ayer, los asentamientos en espacios públicos se multiplicaron en la Capital y el Conurbano, encendiendo nuevos focos de violencia, mientras se rompía el diálogo entre la Casa Rosada y el macrismo.
“Conspiración” era la palabra más repetida ayer en los despachos de Balcarce 50. Tal como lo insinuó en su discurso del viernes en el que anunció la creación del Ministerio de Seguridad, la Presidenta está convencida de que los incidentes son fogoneados por sectores que intentan desestabilizar a su Gobierno. “Son los que no soportan ver a Cristina entrando al 2011 con una imagen altísima y dando buenas noticias”, resumió un funcionario ante Clarín.
Según pudo saber este diario, fue ella misma la que ordenó temprano a Aníbal Fernández armar una conferencia de prensa junto a Julio Alak para volver a apuntar hacia Mauricio Macri y Eduardo Duhalde.
En el inusual escenario del edificio Guardacostas, exhibieron sobre una mesa piedras, palos y botellas que habrían sido arrojadas como bombas molotov en Soldati. También armas caseras (las llamadas “tumberas”) y el chaleco de un miembros de la Prefectura atravesado por un disparo de bala.
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