Después del resquebrajamiento de varias organizaciones sociales afines al Gobierno por el “gasolinazo”, anulado el viernes después de los conflictos, el presidente Evo Morales busca recuperar el apoyo de las bases.
Ayer, el mandatario se reunió en Cochabamba con dirigentes de diferentes grupos y también encargó al vicepresidente Álvaro García Linera y a sus ministros trabajar en lo mismo en el resto del país para explicar por qué el Gobierno decidió aprobar el Decreto Supremo 748, que incrementó el precio de los combustibles líquidos, y recoger propuestas para implementar la medida en un futuro.
Morales participó ayer en el ampliado de emergencia de la Federación de Trabajadores Campesinos de Cochabamba (Fsutcc) y en su discurso justificó la eliminación de la subvención a los carburantes y prometió invertir en riego y agua potable –promesa que hizo luego de la emisión del decreto del “gasolinazo”– con otro financiamiento.
Aunque el Presidente en su intervención felicitó a los cocaleros y a los campesinos por el apoyo al decreto, el máximo dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Roberto Coraite, pidió al Gobierno coordinar las futuras acciones económicas para evitar conflictos.
Después de 45 minutos de explicación a los dirigente de la Fsutcc sobre la medida económica asumida la pasada semana, Morales se reunió por más de dos horas con la Coordinadora Departamental del Cambio (Codecam) en la sede de las seis federaciones de cocaleros del trópico.
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