Una pregunta va a sobrevolar la reunión que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tendrá con su par de Brasil, Dilma Rousseff, este lunes en Washington: ¿cuánto tienen de socios y cuánto de rivales las dos mayores potencias políticas y económicas del hemisferio?
Claro que es difícil que esa cuestión se plantee en términos directos y será más factible que al final del encuentro el mensaje oficial sea de amistad o sociedad entre ambas naciones, como suele ocurrir cuando se juntan jefes de Estado.
Pero Obama y Rousseff tendrán varios puntos sobre los cuales ponerse de acuerdo, desde asuntos de cooperación bilateral y transferencia de tecnología hasta intercambio de estudiantes.
Algunos analistas advierten que ciertas diferencias en política exterior entre sus gobiernos y el hecho de que Brasil esté ganando influencia en la región a costa de Washington también sientan las bases para una mayor competencia mutua.
"Lidiar con eso"
"Ambas cosas o ninguna", dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de análisis basado en Washington, cuando BBC Mundo le preguntó si Estados Unidos y Brasil son socios o rivales.
"Socios implica algo mucho más profundo y consolidado de lo que vemos entre Brasil y Estados Unidos, pero rivales también sugiere algo un poco más competitivo", explicó.
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