Assange dice que la libertad de expresión está ‘bajo amenaza’

Julian Assange, refugiado desde hace dos meses en la Embajada ecuatoriana en Londres, pidió ayer a EE.UU. que cese la caza de brujas contra WikiLeaks y dio las gracias a Ecuador, en su primera comparecencia pública desde su encierro.

El fundador de WikiLeaks, vestido con una elegante camisa azul y corbata roja, se dirigió a sus numerosos seguidores y a más de un centenar de periodistas desde el balcón de la Embajada, donde se refugió el pasado 19 de junio huyendo de la justicia británica que se disponía a extraditarlo a Suecia.

“Pido al presidente (Barack) Obama que haga lo correcto. Estados Unidos debe renunciar a su caza de brujas contra WikiLeaks”, expresó Assange.

Tras compararse con la banda de punk rusa Pussy Riot (cuyas integrantes fueron condenadas a tres años de prisión por ofender al presidente ruso, Vladimir Putin,) y el diario New York Times, Assange afirmó que Estados Unidos podría llevar al mundo a una era de opresión al periodismo. No se refirió a las acusaciones de violación que encara en Suecia.

“Mientras WikiLeaks está bajo amenaza, también lo está la libertad de expresión y la salud de nuestras sociedades”, dijo y dio las gracias al presidente Rafael Correa “por la valentía demostrada en tomar en consideración y concederme asilo” . Y al Ecuador, “ese valiente país latinoamericano” por haber dado la cara por la justicia.

En un discurso que duró alrededor de diez minutos, el australiano pidió que los EE.UU. “deben comprometerse ante el mundo a que no perseguirá a los periodistas por arrojar luz sobre los crímenes secretos de los poderosos”.

La semana pasada, Ecuador concedió asilo diplomático a Assange y reclama ahora a Gran Bretaña que le dé un salvoconducto para salir del país, algo que de momento las autoridades británicas se niegan.

Assange dijo que “si la otra noche el Reino Unido no tiró por la borda las Convenciones de Viena, es porque el mundo estaba mirando” y relató que escuchó a un equipo de policías que entró a través de la salida de emergencia, pero sabían que iba a haber testigos.

El sábado, Correa en su enlace consideró que las tensiones con Gran Bretaña por el asilo eran una amenaza para Latinoamérica, y advirtió a Londres que debería pensarlo dos veces antes de pisotear la soberanía de la región.

Indignado por la advertencia de Londres de que podría irrumpir en la Embajada ecuatoriana, Correa acusó al Reino Unido de acoso colonial.

“¡Qué desubicados! ¿Con quién creen que están hablando? ¿No se han dado cuenta de que aquí hay un gobierno soberano, digno, representante de un pueblo que no se arrodilla ante nadie? Intolerable”, dijo.

Mientras el abogado defensor de Assange, el exjuez español Baltasar Garzón, aseguró que el australiano tiene ánimo combativo y que el primer paso en su estrategia legal es esperar una respuesta formal del Reino Unido sobre la petición de salvoconducto. “Para obtenerlo, lo primero que se tiene que producir es una respuesta formal del gobierno británico, estamos esperando que esto se produzca, y el siguiente paso tiene que ser del gobierno ecuatoriano”.

Assange, reclamado en Suecia por un presunto caso de agresión sexual y violación que él niega, teme ser extraditado luego a EE.UU., donde podría tener que responder de las acusaciones de espionaje tras la revelación en el 2010 de cientos de miles de cables diplomáticos estadounidenses.

Assange indicó ayer que el analista del Ejército estadounidense Bradley Manning, acusado por la mayor filtración de documentos clasificados en la historia del país que fueron a parar al portal WikiLeaks, es un héroe al que EE.UU. debería liberar de inmediato.

Remueven puerta

Para evitar que Julian Assange fuera arrestado por salir de la Embajada ecuatoriana en Londres, funcionarios de la delegación removieron una puerta del segundo piso en el balcón, a fin de permitir la primera aparición pública del exhacker.

Oficina británica en silencio

Pese a que el fundador de WikiLeaks desafió a la potencia occidental al ocupar un balcón para dirigirse a los medios desde un edificio con estatus diplomático, la Oficina de Relaciones Exteriores británica se rehusó a hacer comentarios. 

Casa Blanca no comenta

Luego de los señalamientos de Julian Assange contra EE.UU., la Casa Blanca se negó el domingo a hacer declaraciones al respecto.

Fuente: DIARIO EL UNIVERSO DE GUAYAQUIL