El 7 de noviembre de 2000 América se fue a dormir sin tener muy claro quién sería el 43º presidente de los Estados Unidos. Florida era el estado que tenía las llaves de la Casa Blanca y un ajustado recuento que tuvo que ser repetido y refrendado por los tribunales dio la victoria a George W.Bush. Unas ‘papeletas mariposa’ que dieron más votos por error a Pats Buchanan -un candidato independiente- y las quejas formales de comunidades afroamericanas que no pudieron votar por no figurar en el censo electoral emborronaron la elección de Bush y sembraron las dudas sobre la democracia más poderosa del mundo.

Pero, ¿pueden quedarse algunos ciudadanos sin ejercer su derecho a voto este 6 de noviembre? El complicado sistema electoral en EEUU hace que los ciudadanos con derecho a voto tengan que registrarse en el censo antes de la cita con las urnas. Un trámite con unos requisitos que varían en función del estado en el que se vote; también difieren los documentos que hay que presentar para depositar la papeleta: desde el carné de conducir hasta un certificado de nacimiento.
Desde las elecciones que llevaron al primer afroamericano al Despacho Oval, varios estados han introducido cambios en sus legislaciones, nuevas normas que conllevan ciertos obstáculos a la hora de votar. En octubre del año pasado un estudio del Brennan Center for Justice de la Universidad de Nueva York alertaba de que las medidas adoptadas podían influenciar sobre “cuáles americanos” pueden votar y “cómo”. El informe cifraba en hasta cinco millones el número de potenciales votantes que podían verse afectados por las nuevas legislaciones. Una cifra muy considerable en unas elecciones que se presentan reñidas y en las que un puñado de votos en uno o varios estados deciden todo.
El informe actualizado -publicado la semana pasada- asegura que 18 nuevas leyes y acciones ejecutivas en varios estados amenazan los derechos de los votantes en materias como el registro en el censo, los documentos necesarios para votar o la posibilidad de votar por anticipado. Según las previsiones que manejan los autores del estudio estas medidas restrictivas en vigor afectan a 13 estados que juntos suman 165 votos electorales, un 61% de los necesarios (270) para ganar las elecciones.
Por ejemplo, en Florida -que tiene 29 votos electorales- se han endurecido los requisitos para registrarse para votar de manera que se han recortado los plazos para hacer este trámite indispensable para los nuevos votantes jóvenes. Se calcula que esta medida ha ‘dejado fuera’ a unos 100.000 nuevos electores. En Kansas y Tennessee se han limitado las opciones para identificarse en los colegios electorales, sólo se admitirán documentos oficiales con foto. Medidas similares se han implantado en New Hampshire o Virginia, entre otros estados.
Estas restricciones son el caballo de batalla de muchas asociaciones de derechos y de defensa de las minorías que las consideran una potencial amenaza para la igualdad de oportunidades. En el decisivo estado de Florida estos grupos han luchado para que en el último domingo antes de las elecciones siga siendo posible el ‘Early Voting’. Argumentan que los afroamericanos y los latinos votaron hasta tres veces más que los electores blancos ese día en 2008
Estos pequeños obstáculos no han tenido una amplia repercusión en el debate político pero si el país se encuentra el martes con un empate técnico el asunto podría ser una pieza clave en el enrevesado ‘puzzle’ electoral americano.
Fuente. DIARIO EL MUNDO DE ESPAÑA
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