Como en cada sesión, la delegación palestina se sentará este jueves al lado de la del Vaticano en el gran hall de la Asamblea General de Naciones Unidas. Y ahí seguirá después de lograr un nuevo estatus que en la práctica no cambiará su posición física o política en Nueva York.
A partir de las tres de la tarde (nueve de la noche en la Península), la Asamblea debatirá y votará la resolución para "otorgar a Palestina el estatus de Estado observador no miembro". Ahora la misión palestina es técnicamente una "entidad" en lugar de un "Estado", pero el cambio sólo tiene un valor simbólico relativo. La mayoría de los que votarán a favor ya consideran este territorio como un Estado. De hecho, 132 países de los 193 de la Asamblea tienen relaciones bilaterales formales con los palestinos.
España, que votará a favor de la resolución de hoy, dice que apoya el cambio de estatus en Naciones Unidas, aunque, según fuentes diplomáticas, esto no significa que reconozca expresamente a Palestina como un Estado. Se espera que hasta 150 países voten a favor de la declaración.
Abu Mazen, el líder de la Autoridad Palestina, recurrió a la vía de la Asamblea General tras el fracaso del intento de ser miembro de pleno derecho de la organización con una petición ante el Consejo de Seguridad en septiembre del año pasado.
La opción de acudir a la Asamblea General, el foro consultivo de la organización, fue una sugerencia de la Unión Europea para contentar a los palestinos con un gesto con pocas consecuencias prácticas. Los palestinos ya tienen los mismos derechos que El Vaticano, el único "Estado observador no miembro" hasta ahora: pueden participar en los debates de la Asamblea, cuyas resoluciones carecen de valor vinculante, y tienen una oficina en la sede de Naciones Unidas. El nombre oficial de la misión en la ONU ya es 'Palestina'.
Valor político
Fuentes diplomáticas insisten a este diario en que el paso tiene un "valor político, no jurídico". Para Abu Mazen, se trata, sobre todo, de un gesto simbólico en un momento en que su liderazgo se resquebraja frente al control de Hamas en Gaza.
Además, después de este reconocimiento, los palestinos pueden intentar entrar en el Tribunal Penal Internacional para presentar querellas contra Israel. Si llevaran casos ante esta corte en La Haya sólo podría ser por hechos ocurridos a partir de ahora. Su entrada en el Tribunal no es automática, pero a los europeos, promotores de la justicia internacional, les costará rechazar la petición palestina de participar en la corte. España y Reino Unido han pedido "prudencia" a los palestinos porque denunciar a Israel ahora sería "contraproducente". Se espera que Abu Mazen dé este jueves un discurso moderado y no se refiera a las posibles denuncias contra Israel.
Para calmar los ánimos, los palestinos han aceptado eliminar del texto de la resolución la mención a su participación en "el sistema" de Naciones Unidas. El representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, asegura que no va "a correr el segundo día" a La Haya, pero que tampoco quiere "atarse las manos". "Queremos mantener todas las opciones abiertas... No somos tontos", asegura.
La representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, fue quien sugirió a Abu Mazen el año pasado que acudiera a la Asamblea General. Pero este jueves los Veintisiete no votarán lo mismo. Una docena, entre ellos España, Francia, Irlanda o Portugal, votarán "sí"; el resto se dividirá entre el "no", preferido por la República Checa, y la abstención, como Reino Unido, Italia, probablemente Holanda y la gran 'sorpresa': Alemania (que, por cuestiones históricas, se esperaba que votara 'no'). Entre los europeos no miembros de la UE, apoyarán la resolución Noruega, Suiza e Islandia, que es uno de los patrocinadores del texto.
Fuentes diplomáticas explican a EL MUNDO.es que España ha decidido votar a favor para dar un espaldarazo al tocado liderazgo de Abu Mazen, "el más sensato para negociar", y porque considera que "aunque no vaya a cambiar nada sobre el terreno" el apoyo a este paso político es una manera "de ejercer alguna influencia en el proceso". "Los israelíes nos habrían agradecido una abstención. Pero Israel te da una palmadita en la espalda y ya está. Ni siquiera escucha a Washington. Los palestinos escuchan más... Y esto facilita pasarles mensajes incluso en nombre de Israel", dice un experto diplomático español.
Israel se ha quejado a través de su embajada en Madrid por "el error" del apoyo del Gobierno a la resolución descrita en Tel Aviv como "destructiva".
Fuente. DIARIO EL MUNDO DE ESPAÑA
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