Maremoto, una vez más, en la zona euro. El fantasma de Berlusconi vuelve a sobrevolar los mercados. La inestabilidad regresa con fuerza después de que el partido de del Pueblo de la Libertad (PDL) italiano haya renegado del apoyo que ha proporcionado a Mario Monti en su Gobierno técnico desde hace poco más de un año. Destrozado el sustento que le ha permitido poner en cintura la economía italiana, Monti ha anunciado su dimisión irrevocable una vez aprobados los presupuestos de 2013.
Il Cavaliere vuelve al ataque. Angela Merkel, François Hollande, Mariano Rajoy y todas las autoridades europeas en general han puesto el grito en el cielo. Las medidas de recorte de Monti han sido dolorosas.
De entrada, aprobó un plan de ajuste por un valor total de25.000 millones de euros en tres años. El todavía jefe de la República italiana redujo la pensiones y los ingresos de los municipios, diputaciones y autonomías. Aumentó los impuestos a las rentas más altas e introdujo reformas estructurales en todo el país y cambia los criterios del gasto central y local, del fisco y en general revoluciona la manera de gestionar el dinero público.
El desembarco del tecnócrata, auspiciado por la Comisión Europea, se produjo después de que en Bruselas no quedaran nada satisfechos con las medidas que Silvio Berlusconi presentó en la cumbre europea del 26 de octubre de 2011, después de que Merkel y Sarkozy le leyeran la cartilla el domingo anterior.
La prima de riesgo italiana sobrepasaba por entonces a la española con holgura. Incluso superó el nivel clave de los 450 puntos, el umbral de intervención de otros países como Irlanda, Portugal y Grecia. La presión internacional obligó a Silvio Berlusconi a abandonar su trono. El Presidente de la República, Giorgio Napolitano, encomendó a Mario Monti la formación de un gobierno el 13 de noviembre de 2011, tras su dimisión de Silvio Berlusconi.
Tres días después, Monti tomó posesión como nuevo primer ministro, además de hacerse cargo de la cartera de Economía. La llegada al Ejecutivo de Monti y de su cohorte de tecnócratas tranquilizó a la deuda, que inmediatamente se colocó por debajo de los 300 puntos básicos. En los últimos tiempos, de hecho, el diferencial del bono italiano a 10 años respecto al alemán se ha situado claramente por debajo del español.
La agenda reformista de Monti no se frenó, sino que la aceleró incluso, con un paquete adicional de recortes por 26.000 millones el pasado julio. Entonces, el primer ministro italiano, Mario Monti, explicó que el ahorro previsto con estos recortes será de 4.500 millones para esta la segunda mitad de 2012, de 10.500 millones de euros para 2013 y de 11.000 millones para 2014.
Hoy, la reacción es incontestable. El riesgo-país italiano se dispara 25 puntos básicos y el español, 15. Las Bolsas de ambos países se hunden, con retrocesos en el entorno del 2%. Y encima el calendario de colocaciones de deuda del Tesoro español está cargado esta semana, con letras a corto plazo mañana y deuda de hasta 28 años el jueves.
Fuente. DIARIO CINCODIAS DE ESPAÑA
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